Tegucigalpa/Washington (Especial Proceso Digital) – Estados Unidos ya definió a los tres países ribereños del Golfo de Fonseca como la línea roja que China no debe cruzar en aspectos de influencia y de instalar infraestructura civil y de uso militar, mientras las preocupaciones por el avance de Pekín en el hemisferio occidental se intensifican en la Casa Blanca y el Pentágono.
La agencia Reuters informó antes de las elecciones que una delegación estadounidense que visitó Honduras dejó en claro a los dos principales candidatos presidenciales que “Washington quiere que el país mantenga sus relaciones diplomáticas de larga data con Taiwán”, según les dijo un alto funcionario del Departamento de Estado.
A pesar de esas líneas fijadas, Pekín logró asestar otro golpe a Washington, luego de que Nicaragua restableciera relaciones diplomáticas con China y rompiera con Taiwán, dejando apenas a Guatemala y a Honduras como los únicos aliados de Taipéi en Centroamérica.
Los tres países ribereños del Golfo de Fonseca son El Salvador, Honduras y Nicaragua, están bajo la estrecha mirada norteamericana, preocupados de que se puedan convertir en una nueva Cuba en la reedición de la crisis de los misiles de los años 60 del siglo pasado, estiman expertos militares estadounidenses.
Debido a la urgencia de que su nuevo adversario pelee por la hegemonía mundial, Estados Unidos está presionando fuerte a los países para que no le den cobijo a instalaciones de China que puedan ser de doble uso, civil y militar, detalla la publicación especializada Military Times.
Coincidente con la decisión de Managua de vincularse a Pekín en detrimento de Taipéi, Washington envió a Honduras a la subsecretaria de Estado para Democracia y Derechos Humanos, Uzra Zeya, para reunirse con las actuales autoridades y la futura presidenta Xiomara Castro.
Además la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris llamó para felicitar a Castro por su triunfo y asegurarle que la Casa Blanca está interesada en mantener buenas relaciones con el futuro gobierno hondureño.
Inquietud en Pentágono
Además, el periódico especializado en temas del Pentágono y de defensa global Military Times publicó una serie de artículos de opinión sobre China en el Golfo de Fonseca y uno específicamente sobre El Salvador y su potencial papel de nueva base de operaciones chinas en Centroamérica.
“Una línea roja en Centroamérica (A red line in Central América”), es el título del artículo de opinión más directo sobre la preocupación de los militares norteamericanos en cuanto al juego de China por aumentar su influencia en la región y el posible papel de los gobiernos que faciliten el trabajo de Pekín.
Y es que en Zhongnanhai, el complejo de edificios que alberga el poder central chino, las advertencias de la Casa Blanca y el Pentágono que no debe aumentar su presencia en el hemisferio occidental han sido escuchadas, pero no tomadas en cuenta.
El artículo recuerda que Nicaragua, a cuyo gobernante Daniel Ortega lo define como autócrata y su gestión un auténtico reinado, permitió a la empresa Xinwei Telecom Enterprise Group levantar redes de telecomunicaciones, así como le autorizó construir un canal interoceánico, proyecto que finalmente fracasó.
En cuanto a Honduras, señala que firmas de Pekín financiaron y construyeron el proyecto hidroeléctrico Patuca III.
Y con El Salvador es donde hay más preocupación, ya que consideran que es donde la influencia de China es mayor, mientras el presidente Nayib Bukele está enfrentado abiertamente con la administración de Joe Biden y no se ha ahorrado ataques a la misma.
“El compromiso de China en Nicaragua, Honduras y El Salvador es simplemente una muestra representativa de la actividad de infraestructura de China en América Central (y en todo el hemisferio occidental) explotando los deseos económicos – y gobernantes autocráticos corruptos – para promover los objetivos hegemónicos nacionalistas de China”, señala el artículo.
“Para que China logre su objetivo de hegemonía global, debe aumentar el costo para Estados Unidos de contrarrestar a China. Crear una esfera de influencia en América Central que permita gradualmente a China proyectar fuerza no lejos de la frontera sur de Estados Unidos avanza en ese objetivo”, se destaca en la publicación.
El autor señala que al “menos en Centroamérica, se deben trazar y comunicar líneas rojas estrictas tanto para disuadir a China y sus nuevos estados clientes como para evitar una escalada debido a la sorpresa”.
La preocupación ha sido por los avances de China en el país, ya que previamente intentaron adquirir la isla Perico de El Salvador en el Golfo de Fonseca, actualmente trabajan en una zona económica especial e incluso el gobierno salvadoreño habla de la construcción de un nuevo aeropuerto en la zona de la Unión.
Todo ello despierta recelo en el entramado militar estadounidense y que por medio de Military Times hablan de ¿Una crisis de los misiles en Centroamérica?, en referencia a la protagonizada en Cuba.
“Una de esas líneas rojas es ocultar o intentar ocultar la capacidad militar en un proyecto de infraestructura”, según la publicación en Military Times.
Honduras, una batalla inusual
Antes que los hondureños concurrieran a las urnas el domingo 28, Proceso Digital publicó los resultados de su Brújula Política, una innovadora herramienta donde los candidatos presidenciales y los lectores exponían sus puntos de vista sobre una serie de temas.
Proceso Digital preguntó a los candidatos si favorecen los vínculos con China, a lo cual la mayoría respondió positivamente.
Además de la mayoría de candidatos, más del 50 % de los lectores que interactuaron con la aplicación también favorecen las relaciones con China.
También hubo una intensa actividad de la diplomacia estadounidense con los principales candidatos y otros sectores de la sociedad hondureña. PD