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Durante viacrucis, Iglesia llama a “no dar de beber vinagre de impunidad” a los hondureños

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Tegucigalpa – Centenares de feligreses capitalinos formaron parte del tradicional viacrucis que la Iglesia Católica conmemoró este Viernes Santo, ocasión que aprovechó el obispo auxiliar, Juan José Pineda, para hacer un llamado a las autoridades locales para que no le den de beber el vinagre de la impunidad a los hondureños.
 

El evento religioso arrancó desde la Iglesia San Francisco, y recorrió las principales avenidas de Tegucigalpa, donde los feligreses colocaron las 15 estaciones para culminar en la Iglesia El Calvario de Comayagüela.

En cada estación, el representante de la Iglesia Católica llamó a las autoridades gubernamentales y a los hondureños en general a pedir perdón por diversas faltas y a dejar a un lado las muertes violentas, así como la impunidad que caracteriza a este país centroamericano.

«Nadie puede decir en Honduras, yo no soy responsable de que el rostro de mi hermano esté desfigurado, maltratado, dolido y dañado», comenzó expresando el obispo católico durante el recorrido religioso, haciendo referencia a que toda la población es responsable de lo que ocurre en su país.

Durante la primera estación, se resaltó que en un momento de frustración, cualquier situación lleva a las personas a la primera caída, en ese sentido, dijo que Dios invita a la población a seguir a Jesús en la enfermedad, la muerte y la pobreza.

Por lo anterior, remarcó la necesidad de caminar con amor al prójimo y calidad fraterna, mientras la feligresía continuó su camino orando el padre nuestro y posteriormente entonando himnos católicos conmemorativos a la ocasión, entre los que destacó, “Piedad, Señor piedad”.

En otra de las estaciones, Pineda pidió a la feligresía pedirle perdón a las demás personas y expresó su perdón a Dios por las personas que destrozan el nombre, la fama y la dignidad del prójimo, haciéndole caer.

El evento religioso fue acompañado por centenares de feligreses hondureños y extranjeros que disfrutaron de los actos litúrgicos que caminaron sobre las tradicionales alfombras, elaboradas en la víspera de la celebración litúrgica.

En otra de sus intervenciones, el líder religioso dijo que «parece ser que la fuente del amor, de la fortaleza y de la misericordia del Señor Jesús no se agota por la cruz», al indicar que «Jesús es clemente, compasivo y misericordioso, lento a la ira, ve con clemencia y compasión».

En esa base, el líder religioso, pidió perdón a Dios «porque en Honduras, muchas veces en nuestras vidas, no hemos podido consolar a nuestro prójimo y simplemente nos cruzamos la otra acera y le hemos dado la espalda», al señalar que las personas no han seguido el ejemplo de la bondad de Dios.

Al mismo tiempo, lamentó que la población hondureña le ha dado la espalda al prójimo que «a pesar de nuestras circunstancias, está peor que nosotros».

En el mismo espacio, se clamó a Dios por la fortaleza del país y por los cristianos católicos que «parecen ser débiles, que se vuelvan al camino de la fe, a la fuerza y a la esperanza”.

Llamó a seguir adelante y dijo, «pueblo hondureño aunque te hagan caer, una y otra vez, seguí con fe, esperanza, como el Señor Jesús que no se deja vencer».

Además, pidió a Dios para que la población hondureña centre su vida en la luz de la cruz y que con el ejemplo de Jesucristo tenga la valentía de sufrir para lograr la vida eterna.

Hondureños beben el vinagre de la impunidad

Al continuar con sus intervenciones, en la estación donde Jesucristo cayó con la cruz en sus hombros, el líder religioso señaló que en diversas ocasiones los hondureños sienten el peso de la cruz, el cual los hace caer y que encuentran a quien les de de beber «el vinagre de la impunidad y la injusticia», haciendo referencia a los índices de muertes violentas que se registran en el país, pero que los mismos continúan sin ser judicializados.

Agrego que «en esta estación la población hondureña se siente identificada contigo (Dios)» y pidió a la población que «no desfallezcas, te dan a beber el vinagre de la impunidad, pero no desfallezcas».

Pineda luego hizo mención al Papa Francisco, y dijo que «Jesucristo se refleja en el Papa Francisco en cinco ventanas: la del amor, la gracia, la fidelidad, la perseverancia y la de aquél que sabe que dar amor es dar la vida a sus hermanos».

También pidió perdón por los índices de muerte que se registran en Honduras y por la indiferencia de la población ante este flagelo que nos ubica como el país más violento del planeta.

«Queremos pedirte perdón porque tantas y tantos mueren a nuestro lado y nosotros simple y sencillamente somos indiferentes», dijo al momento de citar que cuando alguien está muriendo, no hay que cerrar los sentimientos.

Igualmente pidió a Dios que «mire con amor y misericordia a aquellos hondureños que se encuentran en proceso de muerte en estos tiempos de debilidad y de pecado».

A renglón seguido hizo mención de los sicarios que le arrebatan la vida a muchas personas, a quienes cometen actos de crimen organizado y narcotráfico al decir que en los tiempos de Jesucristo también se registraron personajes similares, pero que su muerte en la cruz, refleja que todavía existe la esperanza de una nueva vida.

Las instalaciones de la Catedral Metropolitana permanecerán abiertas durante este día para quienes quieran acercarse a disfrutar del evento religioso con los actos de crucifixión, el significado de las siete palabras y la pasión de Jesucristo.

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