Explicó que las autoridades estadounidenses alertaron recientemente a sus homólogas hondureñas sobre la existencia de este contrabando de armas de fuego ocultas en encomiendas enviadas por tres hermanos hondureños residentes en Miami, de apellido Murillo.
El caso fue descubierto en Miami, donde la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, siglas en inglés), detuvo a uno de dichos hermanos en posesión de «una cantidad significativa de armas de fuego», agregó Fajardo.
El FBI encontró posteriormente cuatro armas de fuego dentro de un sofá que el detenido remitía a Puerto Cortés, por lo que alertó a las autoridades hondureñas para que investigaran envíos similares hechos con anterioridad.
En el hallazgo de hoy se encontraron dos pistolas de munición blindada, conocidas como «matapolicías» porque rompen los chalecos antibalas, y un fusil de asalto M-16, además de municiones y cargadores para las tres armas, según el jefe policial.
Fajardo informó de que «logramos detectar que estos tres hermanos han enviado varias encomiendas hacia Honduras, en distintas ocasiones, dirigidas a una residencia que poseen ellos aquí en Puerto Cortés, y consignadas a un trabajador de ellos en esa casa».
Las autoridades de Estados Unidos y Honduras profundizan las investigaciones de este caso, pues hay indicios de que «una cantidad considerable» de armas ha sido enviada mediante este contrabando desde aquel país, puntualizó.
También se investiga si las armas están destinadas a miembros del crimen organizado u otro tipo de organización delictiva.