Tegucigalpa – Los diputados del Congreso Nacional “son los que tienen la autoridad” para derogar el artículo 335-B del Código Penal, que penaliza la apología del terrorismo, afirmó en las últimas horas el presidente Juan Orlando Hernández.
Hernández manifestó que “en primer lugar, me parece que aquí hay dos conceptos muy importantes que cuidar: uno es la libertad de expresión, que a ningún periodista, a ningún medio de comunicación se le limite en su ejercicio de poder informar, de poder comunicar lo que actualmente está pasando”.
“El otro tema que debemos de tener en balance es evitar que se haga uso de un medio de comunicación para promover el terrorismo, para promover el irrespeto al derecho esencial que tienen los seres humanos”, señaló.
Argumentó que “no es lo mismo que un medio informe qué ocurrió un hecho, por dantesco que sea, tan difícil de digerir que sea, pero se informe, a utilizar el medio con frases u opiniones que promuevan que se siga haciendo: esa es la gran diferencia”.
“Por eso es que aquí tienen que existir parámetros que permitan que un juez eventualmente no tenga mucha discrecionalidad y pueda irse por una línea de generarles a ustedes un problema en su legítimo ejercicio”, justificó.
El mandatario se preguntó: “¿y qué pasaría si desde un medio se están promoviendo acciones delictivas; alguien tiene que tomar una decisión y en ese sentido, lo mejor debería de ser que existan esos parámetros que le den al juez el espacio mucho más reducido para poder actuar”, consideró.
El gobernante dijo que “en ambos casos estamos protegiendo dos temas elementales para una sociedad: la libertad de prensa, la libertad de expresión, y por otro lado también cuidar los derechos fundamentales de las personas”.
Hernández comentó que “yo nunca voy a olvidar aquella fotografía representando a aquel niño que perdió a su padre y lloraba allá en el Valle de Sula”.
“Es un hecho que ocurrió, que hay en informar, es correcto, pero uno se pregunta: ¿y el derecho de este niño cómo queda?, ¿qué tal si fuera uno de los hijos de nosotros, suyo a mío, Dios no quiera, o que mire un hijo el cadáver de su madre o de su padre en una primera plana o en una pantalla de televisión?”, preguntó el mandatario.
Recordó que “por eso yo pedía desde aquella época que era el momento de revisar el concepto tradicional de derechos humanos y pensar en el derecho de las víctimas, porque alguien, aunque esté muerto, tiene derechos”.
“Porque si tiene el derecho frente a la legislación nacional para heredar los bienes nacionales, por decir un caso, entonces yo creo que hay que tener un debate de altura”, agregó.