Tegucigalpa – Entre 2014 y 2015 al menos 13,500 menores originarios del Triángulo Norte de Centroamérica han sido objeto de órdenes de remoción (deportación) en ausencia.
Se estima que una proporción mayoritaria de esos niños y adolescentes son de origen hondureño ya que este país fue principalmente afectado con el éxodo de niños y adolescentes no acompañados que salieron desde El Salvador, Guatemala y Honduras rumbo a los Estados Unidos en la segunda mitad de 2014. Los tres países integran el llamado Triángulo Norte centroamericano.
En tanto las familias del cono norte del istmo centroamericano que también han sido declaradas con órdenes de deportación en ausencia, durante el mismo periodo, superan las 15,200.
Los datos ofrecidos por la de primera dama hondureña, Ana García de Hernández, provienen de organizaciones humanitarias pro migrantes con las que autoridades de Honduras tienen alianzas estratégicas para velar por los derechos de los nacionales que enfrentan procesos legales relativos a su estatus migratorio en los Estados Unidos.
Ante la información, la primera dama de Honduras, quien lidera la Fuerza de Tarea del Niño Migrante, un organismo interdisciplinario hondureño integrado por el Ejecutivo, la Fiscalía y de otros poderes del Estado, tras la crisis migratoria de 2014, hizo un llamado a las familias, a los encargados de velar por niños con procesos migratorios abiertos en la unión americana, así como a los protagonistas de cada una de las historias, para que no pierdan las citas y se presenten ante la autoridad en el tiempo y la forma que estipulan las medidas dictadas por cada corte migratoria, según sea el caso.
«Cuando un menor o una familia no atienden el proceso migratorio ante el juez competente se declara una orden de remoción en ausencia y eso les pone en riesgo de ser detenidos y deportados en cualquier momento», advirtió la primera dama hondureña.
Seguidamente reiteró el llamado a que le den continuidad a los procesos ante el juez migratorio porque eso les puede permitir regularizar su situación.
Ana García de Hernández exhortó a los hondureños que tienen procesos abiertos a que acudan a sus abogados y de no tenerlos que se aboquen a los consulados ya que esas representaciones hondureñas han establecido alianzas con organizaciones que están dispuestas a brindarles auxilios legales a fin de que sus derechos sean respetados.
En enero de este año, Honduras recibió un vuelo procedente de los Estados Unidos con unidades familiares retornadas.
Previamente tres familias que estaban en los listados para deportación pudieron quedarse en ese país ya que sus procesos legales estaban inconclusos.
«Es importante que los hondureños, los niños o familias que están en los Estados Unidos no sean sorprendidos con una orden de remoción, por ello deben acudir a sus citas ante el juez migratorio» concluyó la primera dama.
Los retornos bajan en lo que va de 2016
Pese a que los procesos de remoción en ausencia que realizan las autoridades estadounidenses podrían afectar a miles de hondureños, las acciones aún no se materializan, al menos de forma masiva.
Lo anterior se colige de las cifras oficiales que indican que de enero a marzo de 2015 los migrantes retornados ascendieron a 16,900, mientras que en el mismo periodo de este año las deportaciones de hondureños suman 9,711, lo que representa una baja superior a los siete mil retornados.
El dato está vinculado a que los migrantes que tienen estos procesos generalmente no se encuentran en sus lugares de residencia originales.
Para el caso Francisco Castellanos, un menor santabarbarense de 17 años, quien cruzó la frontera sin documentos hasta llegar a los Estados Unidos, donde las autoridades migratorias le dejaron bajo la potestad de un pariente en Virginia; poco tiempo después este joven abandonó el hogar de custodia y se trasladó a otra ciudad. Los casos símiles son muchos.
México detiene con mayor fuerza a los migrantes
En 2015, el promedio trimestral de las deportaciones desde Estados Unidos hacia Honduras fue de 4,451 eventos, en contraste con el promedio de 9,252 registrados durante 2014, lo que representa una disminución de cerca del 50 por ciento de acuerdo al reporte de la
organización El Colegio de la Frontera Norte.
En contraste, el mismo informe detalla que durante los primeros nueve meses de 2015, hubo un promedio trimestral de 11,365 devoluciones desde México hacia Honduras, en tanto el promedio del mismo fenómeno en 2014 fue de 9,139, lo que implica un incremento de 24 por ciento.