Tegucigalpa – El ministro de Trabajo, Carlos Madero, manifestó que se debe hacer un balance entre la salud de los hondureños con la economía antes de dar la orden de reapertura de la actividad comercial.
“Sabemos que quedarnos en casa genera un golpe fuerte a la economía de las familias hondureñas, pero se debe hacer un balance entre salud y economía, por lo que hemos decidido establecer un sistema de apertura inteligente”, declaró Madero a la emisora Radio América.
Aclaró que esta medida no implica la reapertura de todos los negocios, sino de algunos.
Señaló que han revisado sectores que por su naturaleza laboral pueden operar con distanciamiento entre los empleados citando el caso del sector productivo. “Hay producción de granos y hortalizas que tienen un distanciamiento natural”, ejemplifico.
El funcionario confirmó que han estado finalizando el protocolo de bioseguridad que se aplicará al rubro de la construcción una vez que se reabra este sector.
Además de la construcción, indicó que están analizando los servicios a domicilio de restaurantes pero que no han llegado a una conclusión.
Reconoció que habrá un antes y un después del COVID-19 en el territorio hondureño que tendrá cambios en la higiene y en las formas de transporte “porque el virus llegó para quedarse”, reafirmó.
En otro tema, el ministro informó que alrededor de 124 mil contratos de trabajo han sido suspendidos durante la cuarentena, de las cuales, 102 mil se han acogido al mecanismo solidario de alivio.
