Nueva York – El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, criticó hoy la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de desmantelar el programa migratorio DACA, que ha evitado la deportación de 800.000 jóvenes indocumentados.
«El presidente está hablando de rescindir el programa DACA, un discurso que lo único que sirve es para alimentar la bestia del racismo», dijo Cuomo durante un acto público en el parque estatal Riverbank de Manhattan.
El gobernador, que habló poco después del anuncio por parte del fiscal general, Jeff Sessions, lamentó que la Casa Blanca le haya declarado la guerra a los inmigrantes, y denunció que «no es a cualquier migrante, no a los blancos, solo a los negros y latinos».
«El racismo es un cáncer en el sistema político que pone a una parte de nuestra sociedad en contra de la otra (…) y medidas como ésta son la principal amenaza a la que nos enfrentamos como nación», añadió Cuomo.
Antes de participar en el acto público, el gobernador ya había adelantado a través de su cuenta oficial de Twitter su intención de ir a los tribunales si el presidente Trump seguía adelante con la desmantelación del programa DACA.
«Nueva York no va a demonizar la diversidad. No vamos a quedarnos de brazos cruzados mientras 42.000 neoyorquinos son deportados. Si el presidente Trump rescinde DACA, iremos a los tribunales», escribió Cuomo en un tuit.
La Casa Blanca anunció hoy el fin del programa DACA, aprobado en 2012 y que ha evitado la deportación de unos 800.000 indocumentados, aunque la suspensión se hará efectiva dentro de seis meses para forzar al Congreso a encontrar una alternativa.
«Estoy aquí para anunciar que el programa DACA promulgado por la Administración de Barack Obama va a ser rescindido», anunció en rueda de prensa el fiscal general, Jeff Sessions, uno de los miembros del Ejecutivo con posiciones más duras en inmigración.
El programa DACA fue promulgado por el presidente Obama en 2012 y gracias a él unos 800.000 jóvenes indocumentados han podido frenar su expulsión del país, obtener un permiso temporal de trabajo y, en algunos estados, una licencia de conducir.
