Tegucigalpa – Hoy falleció Ricardo Alcides Ávila Carrasco (25), el joven comunicador se debatía entre la vida y la muerte después de sufrir un cobarde ataque por asaltarlo en la aldea Santa Cruz, Marcovia, Choluteca, con su deceso suman cuatro personas asesinadas que laboraban en medios de comunicación en el país centroamericano.
La anterior cifra fue proporcionada por el Comisionado Nacional de Derechos Humanos en Honduras (Conadeh), que además lamenta que en las últimas dos décadas (2021), un total de 93 comunicadores fueron asesinados en la nación, donde más de 97% de los crímenes contra la prensa aún se cuentan en la impunidad y sin causa penal.
Además la prensa hondureña está pasando momentos de asedio, amenaza y persecución en todo en todo tipo de sentido, ya que la regulación de la libertad de prensa en el nuevo Código Penal, relacionados a los delitos contra el honor, actualmente tiene a unos 40 periodistas judicializados y a punto de ir a la cárcel.
Es oportuno decir que entre los 128 diputados propietarios e igual cantidad de suplentes, en el Congreso Nacional, el legislador Darío Morán, presentó un proyecto de ley orientado a despenalizar los delitos contra el honor, con ello se convirtió en un aliado en la Cámara Legislativa, de cara al ejercicio hostil en el que los periodistas ejercen su profesión en el país.
Recientemente dos reconocidos periodistas hondureños, Dagoberto Rodríguez y Manuel Santiago Cerna, denunciaron que están siendo objeto de amenazas a muertes y el crimen contra joven Ávila Carrasco, acentúan más el sometimiento en el que tiene trabajar la prensa nacional, que desde organismos nacionales como internacionales dan fe de ello.
Un reciente informe presentado por Reporteros Sin Fronteras (RSF), ubicó a Honduras en la posición 165 de 180 países del mundo donde se estudió el entorno en que se ejerce el periodismo y concluye en que: el contexto de ese derecho universal “se encuentra en una situación muy grave”, la más drástica de las calificaciones.
Blanca Izaguirre, Comisionada Nacional de los Derechos Humanos, reaccionó para pedir un “Ya basta de tanto crimen” , luego de conocer la muerte del camarógrafo y también comunicador social Ricardo Alcides Ávila Carrasco, que es la cuarta persona vinculada a medios de comunicación que pierde la vida violentamente en lo que va del año.
En ese sentido, la Comisionada de Derechos Humanos de Honduras, lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas y condena firmemente esos asesinatos que enlutan a la familia hondureña, declaró. Ávila Carrasco prestaba sus servicios profesionales para el canal Metro TV de Choluteca como camarógrafo y dirigía el programa Metro TV Noticias Fin de Semana.
El pasado 26 de mayo, Ávila fue trasladado de emergencia a un centro hospitalario luego de recibir un disparo en la cabeza que lo mantuvo en estado crítico hasta, este día, que se informó sobre su muerte. El hecho violento fue cometido, por desconocidos, en la aldea Santa Cruz, municipio de Marcovia, Choluteca.
Asimismo, la titular del Conadeh, expresó que el sistema de justicia hondureño está en la obligación de intensificar sus esfuerzos encaminados a investigar y procesar a los responsables de este tipo de crímenes. El Estado hondureño tiene la obligación de garantizar que se respete el derecho a la vida de las personas.
Fundamentados en nuestro mandato constitucional, instamos al Estado hondureño, a través de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley, a actuar con diligencia, en la investigación, identificación, enjuiciamiento y sanción a los responsables de este tipo de delitos.
Hasta ahora, 16 de los 18 departamentos del país han sido escenario de acciones violentas contra personas vinculadas a medios de comunicación, en Honduras.
Con la muerte de Ávila suman dos las personas que trabajan en medios de comunicación y que pierden la vida violentamente en el sureño departamento de Choluteca. La primera víctima se registró en febrero del 2013 con la muerte de un locutor que recibió un disparo en la frente mientras departía con varias personas en una pulpería en el barrio Suyapa de Choluteca. JP