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Covid y Vacunas

Jose S. Azcona

Nuestro país no va a la cabeza de los procesos de vacunación contra el Covid.  Esto, obviamente tiene costos.  Sin embargo, también nos da la oportunidad de tomar las lecciones de los errores y aciertos de otros países para llevar a cabo el proceso de la manera mas acelerada y eficiente posible.

En primer lugar, hay que trabajar en aumentar la dotación, aunque últimamente se han estado viendo avances significativos. El IHSS y el COHEP deben diseñar un sistema, enmarcado en la autorización dada por el gobierno para la adquisición, para que empresas publicas y privadas (incluyendo aseguradoras, cooperativas y fondos de previsión) adquieran compromiso con una simple garantía bancaria para aumentar la cantidad de dosis que se adquirirán.

Las empresas querrán que se utilicen para beneficio de sus empleados o familiares de estos, y por equidad se puede crear un sistema de contrapartida, donde se donan los fondos para una vacuna adicional por cada derecho que se vaya a recibir. Estas se integrarían a la masa general y de esa forma se captan mas recursos, aumenta la capacidad de vacunación, y se cubren otros sectores.

Para la asignación de prioridades, esta debe hacerse de la forma mas sencilla posible.  Quienes han recurrido a esquemas complejos han tenido mas lentitud en su proceso.  Como en muchos países la prioridad debe ser para el personal que labora en el sector salud- evitando a toda costa priorizar funcionarios o sus familiares. Se debe anunciar de forma clara las políticas de prioridades y asegurar sean cumplidas por todos. A excepción del sistema del IHSS y sector salud, tanto para el sector publico como privado se deben de llevar las vacunaciones por orden de grupos prioritarios. Como carecemos de los medios electrónicos de manejo que tienen los países mas avanzados, habrá que utilizar la tarjeta de identidad. Simplemente se designa la edad mínima de vacunación. Todos los actores deben estar comprometidos a acatar la disposición y así evitar dejar desprotegida gente mas vulnerable.

Para la ejecución de la vacunación en si, conviene involucrar la mayor cantidad de actores, ya que las capacidades existentes no son suficientes para una campaña intensas.  Si bien la adquisición e importación de vacunas son restringidas, hay mas flexibilidad para la vacunación en si.  Para el proceso del IHSS si se crea un sistema que las empresas elegibles (con capacidades medicas) puedan reportar todos sus beneficiarios y dependientes elegibles, para descargar el sistema. 

El sistema de salud privado puede jugar un papel supletorio, similar al que tiene en la vacunación infantil.  Habrá que cuidar no se dejen personas de alto riesgo descubiertas para favorecer a otros menos prioritarios), pero con capacidad económica.  Se podría únicamente permitir la vacunación por edades elegibles, (para vacunas de Secretaria de Salud) y a su propio personal, para evitar abusos de excepciones.  

Igualmente, el sistema publico debe llevar la vacunación hasta los centros de salud de base.  A excepción de las vacunas iniciales que requieran la cadena especial de frio, para las demás se debe usar un esquema similar al de protección infantil.  Sin embargo, la capacidad actual no será suficiente, por lo que habrá que reforzarles con mas personal de apoyo no calificado (militares, empleados públicos, voluntarios, o temporales) y utilizar las escuelas publicas como centros auxiliares.  Se debe priorizar llegar al interior, ya que, por su naturaleza, la mayor cantidad de capacidades logísticas están en la capital o grandes ciudades- y los centros de salud y escuelas publicas tienen extensa cobertura geográfica.  La clave para ganar tiempo es tener los esquemas de distribución listos desde antes que estén las vacunas.  El país poco puede hacer para acelerar la entrega, pero si acortar el tiempo perdido y el desperdicio una vez inicie la campaña. 

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