Elecciones con cero propuestas no es en realidad un fenómeno nuevo en Honduras. Sin embargo, en pleno bicentenario pandémico resulta, en realidad, alarmante. No se necesita ser un iluminado para prever que, si la situación es terrible ahora, la crisis económica, social, y con altas probabilidades, política, post Covid-19, sin problema alguno, podría ser mucho peor.
Desde hace muchos años la discusión sobre modelos económicos y sociales quedo guardada en las aulas. Los patrones que guían las elecciones hondureñas son aspectos como el síndrome del caballo ganador, que no es más que el principio bajo el cual la gente vota (o bota) por aquel que se piensa, se dice, se murmura, será el seguro ganador, sin importar nada más, como si la cuestión fuese un partido de fútbol.
En este espacio imaginario en el que el escritor e historiador Marcos Carías Zapata es el invitado especial, imaginemos que le preguntamos ¿cuál propuesta política, social y económica ha respondido con efectividad a situaciones de crisis en Honduras?
E imaginamos que Don Marcos nos responde: Puede decirse que la Reforma Liberal de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa, con su Orden y Progreso, influenciada por el positivismo de Augusto Comte, fue un modelo integral que respondió a años de anarquía que fueron llamados tiempos de presidentes por cordillera (1871-1876), porque surgía uno distinto detrás de cada cerro.
“Los conservadores habían proclamado el orden por el orden e implantado sistemas autoritarios… que conducían al estancamiento social; los liberales habían ansiado el progreso, pero se habían limitado a introducir leyes ajenas a la constitución social del país, provocadoras de desorden. La fórmula salvadora tenía que ser una síntesis, la superación de las dos tendencias políticas que desde la independencia venían ensangrentando y empobreciendo a Honduras. Y eso podía hacerlo una nueva agrupación: El Partido Progresista… que imponiendo el orden y basándose en el análisis objetivo, científico positivista de la realidad… lograría extraer las enseñanzas adecuadas a esa realidad, para aplicar las medidas conducentes al progreso”, (Carías Zapata M., 2005, p. 197-198).
Aunque el Partido Progresista de Soto y Rosa no promueve el sueño de una Centroamérica federal, si continua en otras formas el liberalismo de Valle y Morazán.
“Había quedado pendiente definir la relación entre la Iglesia y el Estado. En esta materia eclesiástica, Soto, como ministro de Relaciones y Culto del gobierno de Barrios, en Guatemala, había introducido, valientemente, las leyes que separaban la Iglesia del Estado y secularizaban la administración, en aquel país con una fuerte presencia política del clero. Encontraron menos resistencia en Honduras para imponer estas medidas, infructuosamente intentadas por el liberalismo morazánico”, (p. 199).
Precisamente la Reforma Liberal responde a una interrogante que quedó pendiente en una conversación anterior. ¿Por qué en el Parque Central está Francisco Morazán y en el billete de cien lempiras Valle, si en la configuración de Honduras en realidad influyen más Rafael Carrera desde Guatemala, que derrotó a Morazán, y Francisco Ferrera que luchó por una Honduras independiente?
“Se moldeó el espíritu cívico con una inteligente pedagogía sobre la historia patria. El gobierno de Soto trasladó, definitivamente, la capital de la República de Comayagua a Tegucigalpa. Para el ornato de la nueva capital se encargaron bustos de los principales próceres, el de José Cecilio del Valle en la antigua Plaza de San Francisco que tomó el nombre de Parque Valle… y en el Parque Central la estatua ecuestre del General Francisco Morazán…”, (p.201).
Tras décadas de gobiernos conservadores y, en particular, años de desorden en Honduras, con el viento continental de la reforma se recuperaron los ideales liberales de la truncada “patria grande”. ¿Quién se atreve a decir que el bicentenario pandémico demanda propuestas de estas dimensiones? Y pregunta más importante aún ¿quién se atreve a proponerlas?
- Carías Zapata M., (2005): De la Patria del Criollo a la Patria Compartida, Una Historia de Honduras. Honduras, Ediciones Subirana.