El comisionado, quien otorgó protección a los jóvenes del movimiento Generación por el Cambio, lamentó lo acontecido y dijo que la violencia es condenable, “venga de donde venga, los muchachos están siendo protegidos por la institución, están a la espera del dictamen forense para que la fiscalía inicie los procedimientos del caso”.
“La violencia no es parte de la democracia, ojala esta sea la última forma de intolerancia que veamos, hacemos un llamado a la sensatez y a la cordura. Es preciso que sigamos practicando la cordura y la tolerancia que ha caracterizado a la democracia hondureña”, dijo Custodio.
Los jóvenes fueron agredidos por turbas de personas a favor de la cuarta urna, encuesta o consulta que hará ilegalmente el gobierno este domingo. Eduardo Martell, uno de los portavoces de los muchachos, dijo que se desplazaron al Comisionado de Derechos Humanos porque “nuestra protesta pacífica fue reprimida con violencia por parte de turbas simpatizantes del gobierno”.
De acuerdo a los informes preliminares, los jóvenes, quienes hicieron uso de su creatividad para protestar vestidos de buzos, recordando las hazañas del gobernante en el mar Caribe, se oponen al proceso de la encuesta ilegal que impulsa el gobierno, y en su forma de protesta, fueron reprendidos por simpatizantes gubernamentales quienes les golpearon con patadas, relató Martell.
El Fiscal General, Luis Rubí, quien se trasladó al Comisionado para solidarizarse con los jóvenes y la institución, pues al dar protección a los manifestantes, las turbas agredieron al vehículo del Comisionado, señaló “que el país no puede seguir con esta intolerancia”.
“Estos jóvenes, como cualquier otro, tienen derecho a la protesta pacífica, no se pueden permitir este tipo de actos; no puede ser que grupos antisociales lleguen a actos delictivos y estamos haciendo las acciones del caso para una vez con los dictámenes forenses, proceder a efectuar los requerimientos respectivos contra los responsables de esta agresión”, manifestó.
A su vez, Eduardo Martell, mostró su preocupación porque tienen informes de que los jóvenes protestantes estarían siendo objeto de seguimiento por parte de grupos no identificados, y “nos han dicho que ya tienen sus nombres, donde viven y cómo se mueven; por eso estamos aquí pidiendo la protección del Comisionado de los Derechos Humanos”, acotó.