Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Con cinco contendientes, pero tres con opciones de triunfo, a partir de hoy 01 de septiembre 6. 3 millones de hondureños serán cortejados para obtener su voto el próximo 30 de noviembre, fecha de las elecciones generales en Honduras, con un gobernante partido Libre luchando a brazo partido por lograr un segundo mandato consecutivo, mientras que los nacionalistas buscan olvidar sus errores del pasado y reconquistar el poder perdido el 2021, mientras los liberales se ilusionan por las encuestas y por primera vez desde 2006 acuden a los comicios con esperanzas de triunfo.
– La creciente violencia electoral, que ya marcó las primarias con denuncias de irregularidades, podría escalar durante la propaganda, prevén expertos.
– Honduras enfrenta un momento crucial para su democracia. ¿Prevalecerán las propuestas sobre los ataques?
Se espera una campaña política fuerte de los candidatos Salvador Nasralla del partido Liberal, Nasry Asfura del partido Nacional y Rixi Moncada del oficialista partido Libre, ya que los tres van en busca del voto independiente, que se estima el 40 % del electorado, para sellar su triunfo electoral en noviembre próximo.
Oficialmente la propaganda política en Honduras comienza este lunes, pero los tres principales candidatos presidenciales llevan casi medio año en campaña desde que ganaron sus cargos en los pasados comicios primarios del 9d e marzo.
En el inicio de este nuevo ítem en el cronograma electoral el panorama político en Honduras se presenta tenso y polarizado.
Con las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre, donde se elegirá al nuevo presidente, 128 diputados al Congreso Nacional y 298 alcaldes municipales, la campaña parece inclinarse más hacia los enfrentamientos personales que por planes de gobierno viables, desoyendo el clamor de la sociedad y de analistas que reclaman un cambio de enfoque, pero el historial reciente sugiere que los ataques mutuos dominarán el debate.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha confirmado que, conforme al cronograma electoral, el período de propaganda arranca este lunes 01 de septiembre, permitiendo a los partidos políticos y candidatos promocionar abiertamente sus candidaturas y solicitar el voto.
Este hito marca el inicio formal de una campaña que se extenderá hasta el silencio electoral, previo a los comicios. Sin embargo, en lugar de un arranque propositivo, expertos advierten que el proceso ya está marcado por una ola de confrontaciones que se intensificaron después de las elecciones primarias del nueve de marzo.

Campañas que carecen de propuestas
Juan Carlos Aguilar, director de Democracia y Transparencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), dijo a Proceso Digital, que, aunque este 01 de septiembre se da el banderillazo de la propaganda política, los actores políticos han estado en campaña todo el tiempo, solo en los últimos tres meses se han realizado 56 eventos políticos por parte de los tres candidatos considerados los más fuertes en este proceso electoral.
Pese a que la campaña política siempre ha estado activa la misma carece de propuesta, concluyó.
“La actual campaña carece de propuesta, al menos de propuestas concretas, hay muchas ambigüedades y han sido marcadas por temas de confrontación, es decir quién genera más descrédito del otro candidato”, expresó el director de Democracia y Transparencia de la ASJ.
La anterior campaña puede llevar al elector a que el 30 de noviembre se decante por el candidato que menos ataques ha generado y el que más transmita un mensaje de paz y armonía, ya que la sociedad está cansada de la confrontación, reflexionó.
“La sociedad está cansada de las dinámicas de confrontación, aquí lo que se requiere es diálogo y que se solucionen los problemas”, enfatizó.
Si la violencia política logra escalar va a empañar el procedimiento electoral del 30 de noviembre, alertó.
Violencia política
De su parte, la politóloga Patricia Burdeth, dijo a Proceso Digital que la violencia política puede ser física, psicológica y de orientación legal y las tres ya se han manifestado.
Un ejemplo de estos tipos de violencia es la denuncia ante el Ministerio Público en contra de las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte de su compañero consejero, dijo la experta.
La violencia física no solo es un golpe, se puede encasillar en este concepto la revisión que deben pasar los diputados para entrar a la Cámara Legislativa, “les revisan hasta el pelo y no pueden siquiera portar sus documentos”.
Proponer agendas en el Congreso sin antes haber notificado los temas a los congresistas, es un ejemplo de violencia psicológica, agregó.
“Estamos en un ambiente de estira y encoge con relación a este tema y una acción genera una reacción”, enfatizó la politóloga.
Negarse a un debate, signo de falta de propuesta
La politóloga hondureña también habló de la falta de propuesta por parte de la mayoría de los candidatos a elección popular y concluyó que negarse a participar en un debate es el mejor signo de una falta de propuesta.
“Pero entonces si un candidato no quiere debatir entre su similares, entonces que lo haga ante los economistas o expertos y presente su propuesta”, razonó.
“Definitivamente rehuir al debate entre sí y ante la sociedad le resta a cualquier candidato”, enfatizó la experta.
No participar en ningún debate resta la posibilidad que como sociedad creamos que son buenos candidatos, zanjó.

Casos de violencia política
De los 109 casos de violencia política registrados entre el 8 de septiembre de 2024 (fecha de convocatoria a elecciones) y el 30 de junio de 2025, 89 casos han estado vinculados al oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) como agresor, pero también reporta el mayor número de víctimas.
Así lo señala el informe «Conflictividad y Violencia Política: un monitoreo de las dinámicas electorales en Honduras, elecciones primarias 2025», presentado por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
De los 109 casos de violencia política registrados, el 17.4 % fueron agresiones simbólicas, un 16.5 % a difamación/calumnia, el 12.8 % a lesiones/agresión física, el 11 % fueron actos de coacción, coerción o intimidación, 8.3% fueron atentados y homicidios 6.4 %, es decir 6 muertos por violencia política.
El otro 27.6% se distribuye en agresiones, amenazas, daños a la propiedad, discriminación, acoso y ridiculización.
Referente a los lugares más violentos, el monitoreo detalló que el 51.1% de los 109 casos de violencia política ocurrieron en Francisco Morazán, seguido de Cortés con 9.8% y Copán con 8.7%.
Los seis casos de violencia homicida se reportan en Copán, Atlántida, Comayagua, Lempira, Yoro y Colón con un caso cada uno.
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Principales candidatos
Los aspirantes a la presidencia son Rixi Moncada, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre); Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN); Salvador Nasralla, del Partido Salvador de Honduras (PSH), Mario Rivera, por el Partido Democracia Cristiana y Nelson Ávila por el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD).
Moncada, exministra de Defensa y Finanzas, emerge como la figura fuerte de Libre tras las primarias, mientras que Asfura, exalcalde de Tegucigalpa, representa la oposición conservadora. Nasralla, conocido por su trayectoria en televisión y política, busca capitalizar el descontento con los partidos tradicionales, Rivera saltó del mundo empresarial a la política y Ávila lo hizo desde el mundo de las finanzas y la docencia.
Desde el anuncio de las candidaturas, el tono ha sido agresivo. Entre los 109 incidentes de violencia política, se incluyen amenazas, agresiones físicas y campañas de descrédito en redes sociales.
Ejemplos incluyen acusaciones de corrupción contra Asfura por su gestión municipal, réplicas de Nasralla sobre supuestos vínculos de Libre con el narcotráfico, y contraataques de Moncada denunciando intentos de desestabilización por parte de la oposición.
Incluso se han reportado «narcovideos» y campañas de violencia digital que empañan el proceso o que dan una luz de quienes son los candidatos y la fuerza política que representa, según el lado de análisis partidario que se exprese.

Peligro
A criterio del sacerdote Ismael Moreno, conocido popularmente como Padre Melo, las campañas no deben de ir centradas en insultos, ni cancioncitas, sino con propuestas concretas para sacar al país adelante.
Advirtió que las campañas políticas corren el peligro de entramparse y orientarse a la violencia.
Indicó que cada uno de los partidos políticos quiere desprestigiar y hacer valer que ellos son los que van a ganar, “me parece que actualmente nos encontramos en una especie de equilibrio difícil en Honduras, ninguno de los tres partidos puede decir que se va a alzar con el triunfo”, sostuvo.
Reiteró que un 40% de la población ha dicho que va a votar pero que no sabe por quién.
El triunfo de los partidos políticos en estas elecciones no reside en el voto duro de sus militantes, sino en la capacidad para ganar la confianza de ese 40%, apuntó.
Discurso de odio y nulas propuestas
En la misma línea opinó el analista político Jorge Yllescas quien afirmó que, a diferencia de los países nórdicos y europeos donde el voto suele estar vinculado a programas y propuestas, en América Latina -y particularmente en Honduras- el elector se inclina por los discursos y la figura del candidato.
No obstante, la actual campaña política se caracteriza por discurso de odio y nulas propuestas, reflexionó.
Apuntó que la población que quiere propuestas es la que se abstiene de ejercer el voto.
Sin embargo, hay varios motivos por los que una persona se puede abstener, agregó.
En Honduras este sector, es decir el que se abstiene, sigue siendo mínimo, pero también decisivo, razonó. (PD).