En un debate lleno de cortesías realizado en Las Vegas, la senadora de Nueva York y el senador de Illinois culparon por cualquier controversia entre ellos al celo excesivo de sus asesores.
«Nuestros partidarios, nuestro personal se entusiasman excesivamente. Comienzan a decir cosas que yo no diría», dijo Obama, considerado el candidato más viable a ser el primer presidente negro de Estados Unidos.
«Debemos enfocar esta campaña en lo que debe ser», dijo la ex primera dama que podría ser la primera mujer presidenta de este país.
Clinton, que ganó las primarias de su partido en Nuevo Hampshire la semana pasada, consideró que habían sido inadecuados los comentarios hechos por el empresario negro Robert Johson, quien el pasado fin de semana se refirió al consumo de drogas en relación con Obama.
«El senador Obama y yo hemos llegado al acuerdo de que ni la raza ni las drogas deben ser parte de esta campaña», dijo Clinton.
La senadora de Nueva York ganó hoy la primaria de Michigan, la cual no tiene consecuencias en el cómputo final debido a que había sido prohibida por las normas del partido.
El senador de Illinois ganó los «caucus» (asambleas partidistas) de comienzos de mes en el estado de Iowa, superando a Clinton, y al senador de Carolina del Sur, John Edwards, quien también participó en el debate.
En la conversación entre los aspirantes demócratas no estuvo el congresista Dennis Kucinich, quien fue excluido del debate por la cadena de televisión NBC debido a su débil caudal de votos en las primeras consultas del partido.
El debate se llevó a cabo cuatro días antes de los «caucus» del partido en Nevada, donde las encuestas señalan que la lucha por el primer lugar entre los aspirantes demócratas a la presidencia de EE.UU. será muy estrecha.
Siguiendo el tono amable del debate, Clinton preguntó a Obama si apoyaría un proyecto de ley que impediría que el presidente George W. Bush extienda la presencia militar de Estados Unidos más allá del término de su mandato en enero del próximo año.
«Creo que esto es algo en lo que podemos trabajar Hillary», respondió Obama.
Pero, no todo fue cortesía. Edwards aludió a las contribuciones financieras de las empresas farmacéuticas y de seguros tanto a Clinton como a Obama.
«¿Creen ustedes acaso que esta gente no espera algo y que solo está interesada en el buen Gobierno?», preguntó.