Según el estudio, que tomó en cuenta las cifras del año 2006, El Salvador se coloca a la cabeza de los países centroamericanos con mayor número de homicidios, 67,8 por cada 100.000 habitantes, mientras que Costa Rica registra el menor índice, 7,7 homicidios por cada 100.000 habitantes.
El segundo lugar lo ocupa Guatemala con 45,2 homicidios por cada 100.000 habitantes; seguido de Honduras con 42,9; Belice con 33; Nicaragua con 12,5; Panamá con 11,3 y la República Dominicana con 23,6 homicidios por cada 100.000 habitantes.
«Los costos económicos de la violencia en Centroamérica en 2006 alcanzaron un monto aproximado a 6.506 millones de dólares, equivalente al 7,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región», señala el documento.
Agrega que «la violencia, delincuencia y la inseguridad constituye un tema de creciente preocupación en las sociedades centroamericanas».
El informe sobre violencia, elaborado por el economista salvadoreño Carlos Acevedo para el CNSP, destaca que la tasa de homicidios de El Salvador «es más del doble de América Latina, más de 10 veces mayor que la de Estados Unidos y más de 45 veces que la de Canadá».
El estudio resalta que «la criminalidad, la violencia e inseguridad ciudadana impone una enorme carga sobre los países, tanto en términos humanos como económicos», traducidos en gastos de salud, costos legales y perdida de productividad.
Asimismo, analiza la distribución de las pandillas en la región, en la que aparece Honduras con el mayor numero de miembros, con 500 pandilleros por cada 100.000 habitantes, seguido de El Salvador con 180 por cada 100.000 habitantes.
El informe agrega que a la «epidemia» de la violencia y homicidios en Centroamérica, se suma el fenómeno del crimen organizado y el narcotráfico, ya que se considera a la región como una «zona de tránsito por donde pasa el 88 por ciento de la droga que se consume en los Estados Unidos».