Tegucigalpa- La directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, advirtió a través de su conocido escrito Disculpen mi Castellano, titulado “Cuando el poder fabrica la crisis”, sobre prácticas que, según ella, buscan proteger al poder político en lugar de la democracia.
-Castellanos denuncia uso de inteligencia artificial y vigilancia ilegal como arma política en Honduras.
Castellanos señaló que en contextos donde el poder comienza a perder legitimidad, surgen mecanismos como la escucha ilegal y la fabricación de evidencia falsa con fines políticos. “No se trata de un error ni de un exceso aislado: son síntomas clásicos de gobiernos que saben que el respaldo ciudadano se les escapa de las manos”, afirmó.
En su escrito, la directora del CNA describe cómo, bajo el pretexto de seguridad, se justifican intromisiones en la intimidad y la recopilación selectiva de audios y conversaciones privadas que luego se exhiben de forma fragmentada y sin verificación, generando sospechas más que esclareciendo hechos. “No se busca esclarecer; se busca instalar dudas a través de un espectáculo que revela la desesperación de quienes pierden el poder”, apuntó.
Castellanos alertó sobre el papel cada vez más peligroso de la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, que permite fabricar montajes con facilidad alarmante, incluyendo voces clonadas, perfiles falsos y errores simulados con precisión técnica. “El objetivo no es demostrar veracidad, sino hacer circular la información lo suficiente para contaminar el debate público”, indicó.
En el contexto electoral de Honduras, la directora del CNA advirtió sobre un fraude más allá de las actas o mesas de votación: el fraude de la escucha ilegal y la manipulación sonora, que puede convertirse en herramienta de chantaje y presión política, especialmente durante el conteo de votos. Según Castellanos, estas prácticas buscan conservar privilegios y erosionar la credibilidad del adversario, del árbitro electoral y del propio proceso democrático.
“La democracia no necesita un golpe frontal para debilitarse: basta con presentarla como ilegítima”, enfatizó, y aseguró que el uso político de la inteligencia artificial y la vigilancia ilegal representa una amenaza directa al derecho a disentir, a participar y a elegir.
Finalmente, Castellanos hizo un llamado a respetar la voluntad ciudadana expresada el 30 de noviembre: “Desconocer el proceso, ensuciarlo o manipularlo no es un acto de gobernabilidad: es una confesión de derrota moral. Buscan ganar con el caos lo que no pudieron con las urnas. LB
