Tegucigalpa – Un total de 2,773 presos han sido excarcelados en Honduras como parte de las medidas que el país está implementando en las prisiones para evitar la propagación del coronavirus, del que ya se han contagiado en esa nación más de 80,000 personas y 2,433 han fallecido, informó este martes una fuente oficial.
Los presos han salido gracias a una serie de medidas que facilitan la concesión de la condicional, conmutada o por enfermedad, con el fin de contener la pandemia en el sistema penitenciario de Honduras, indicó el poder judicial.
Descongestionar las cárceles
Señaló que 1,093 reclusos han sido preliberados gracias a un plan para descongestionar las cárceles hondureñas ante la COVID-19, lo que supone el 39 % del total de presos liberados hasta ahora.
Unos 697 presos lograron la libertad condicional, es decir el 26 % del total, mientras que 603 salieron de prisión tras la conmutación de la pena, según cifras divulgadas por el poder Judicial de Honduras.
Otros 281 reclusos abandonaron la cárcel tras el cumplimiento de la pena, diez por enfermedad terminal y tres por la prescripción de la pena, mientras que 86 menores salieron después de la revisión de medidas, añadió.
Según las autoridades judiciales la liberación de los presos se ha realizado gracias a un trabajo conjunto entre los juzgados y jueces de ejecución, el Instituto Penitenciario y defensores públicos.
Honduras tiene un sistema penitenciario congestionado, que alberga a unos 22,000 reclusos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los presos han sido condenados.
Desde el inicio de la pandemia, organizaciones de derechos humanos han pedido reiteradamente al Gobierno que se excarcele a presos condenados por delitos menores, así como a ancianos y enfermos.
Según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Honduras, hasta ahora se han confirmado 80,020 contagios en el país centroamericano, 2,433 muertos y 29,768 personas se han recuperado de la enfermedad.
Hacinamiento pone en riesgo vida de presos
La COVID-19 también afecta a los centros penitenciarios hondureños con la confirmación, al 17 de septiembre, de 2,465 contagios, de ellos 308 todavía siguen activos.
Organizaciones nacionales y regionales expusieron la semana pasada, en el marco del 177 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la situación que enfrentan los presos en Honduras frente a la crisis sanitaria por el coronavirus.
«Honduras sostiene la tasa de letalidad por COVID-19 más alta del continente con un 9.3 % y en este contexto, las condiciones de hacinamiento, falta de acceso a salud, entre otras, ponen en grave riesgo la vida e integridad personal de las personas privadas de libertad», indicaron las organizaciones entre las que figuran el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Comité de Familiares Detenidos, Desaparecidos (Cofadeh).
Las organizaciones, entre ellas el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) y la Pastoral Penitenciaria, denunciaron también que la restricción de visitas a los centros penitenciarios «impacta los derechos de la población privada de libertad y limita la posibilidad de monitoreo de la sociedad civil».
Solicitaron al Estado de Honduras establecer «una estrategia clara y urgente para la progresiva desvinculación de las Fuerzas Armadas de las funciones penitenciarias, adoptar las medidas judiciales, legislativas y administrativas requeridas para responder a las inhumanas condiciones que enfrenta la población carcelaria».
Además, garantizar los derechos humanos de los presos en cumplimiento a las sentencias dictadas por la CorteIDH. (ag)
