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Cardenal hondureño pide a los políticos que se despojen del odio que están mostrando

Tegucigalpa – El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, pidió este domingo a los políticos de su país, que están centrados en las elecciones primarias e internas del 9 de marzo, que se despojen del odio que están mostrando, aunque ese flagelo lo sufre Honduras, y en alza, desde el golpe de Estado de 2009.

«Queridos amigos políticos que están compitiendo por estas elecciones internas, despójense del odio, del resentimiento, muévanse con amor», expresó Rodríguez en la misa que ofició en la Basílica Menor de Suyapa, de Tegucigalpa.

Agregó que «el odio produce odio, el odio produce muerte, desolación», y «¿qué va a seguir en esta pobre humanidad, que lo único que exporta es odio?».

El religioso resaltó que el ser humano es más humano cuando el amor está en la base de su vida, y que «el odio a los enemigos es un mal que nos envenena, un impulso negativo que no nos deja en paz, nunca produce satisfacción, sino angustia» y «tiene un carácter destructivo» que «a veces se entrelaza en heridas de nuestra sensibilidad o en frustraciones de necesidades exageradas de ser importantes».

«Vivimos en una sociedad llena de odio, vivimos y estamos ya siendo testigos de campañas políticas llenas de insultos. Se ve mal a quien no piensa como ellos», dijo Rodríguez, lamentando la violencia en el país centroamericano, a pesar que desde diciembre de 2022 rige un estado de excepción parcial orientado a reducir ese flagelo.

Señaló además que el odio, el rencor y el resentimiento son venenos para el alma y para el cuerpo, y que según estudios sicológicos recientes, «nos dicen que la persona que odia está dañando su cerebro y está haciéndolo más pequeño».

«Por eso da tristeza cuando hay personas que» cegadas «por ideologías, dicen ni perdón, ni olvido. Pobrecito su cerebro, pobrecita su persona, va a vivir sin ninguna paz interior y será incapaz de amar», expresó el cardenal.

Enfatizó además que «hoy vivimos una escalada de odio, de violencia en nuestra Honduras», y «qué futuro tiene una sociedad, un pueblo, una pareja o una persona que se deja llevar todavía por la violencia que cultiva el odio o el resentimiento».

Rodríguez dijo que los seres humanos necesitan ser «auténticos cristianos, no discípulos de las ideologías y del odio».

Agregó que «muchas veces sentimos que nuestra sociedad no puede amar gratuitamente, en la que casi todos se preguntan de qué me sirve ser útil, qué ganamos con esto, cuánto me van a pagar. Todo calculado y medido en dinero».

«Muchas veces nos hemos hecho la idea de que todo se obtiene pagando y ahí tenemos la corrupción de nuestro país. Se puede comprar la justicia con dinero, se puede comprar impunidad con dinero y se corre el riesgo de convertir las relaciones humanas en puro intercambio del becerro de oro», afirmó.

Sobre la criminalidad en su país, enfatizó que «estamos lejos de que se diga que Honduras es un país cristiano, cuando no hay día que no haya violencia y muerte por una borrachera, por unos celos, por una droga». JS

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