Aumentan pérdidas de energía, mientras ENEE no licitó potencia firme

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Tegucigalpa (Especiales Proceso Digital /Por Lilian Bonilla)- Llega el final del 2023, y el ambicioso plan de reducción de pérdidas que había anunciado la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), no dio resultados e incluso se estima que las mismas se han incrementado y pueden alcanzar el 38 %, por tanto, el principal problema de la estatal sigue tal cual.

 – Programa Nacional para la Reducción de Pérdidas, sin resultados en 2023, las pérdidas cerrarán en un 38 %.

Ya se conoce que la ENEE, ha pasado los últimos años de déficit, en déficit y los expertos insisten en que está situación no cambiará mientras se siga perdiendo más del 30 % de la electricidad que entra en el sistema.

El presidente del Sindicato de la ENEE, Miguel Aguilar.

El presidente del sindicato de la ENEE, Miguel Aguilar, confirmó a Proceso Digital que las pérdidas cerrarán en un 37 % y se podría sumar un 4% de pérdidas por transmisión.

Mientras el gerente comercial de la Unidad Técnica de Control y Distribución de la empresa estatal, Delmi Padilla, proyectó que las pérdidas alcanzarán el 38 % en la estatal eléctrica.

Honduras, sigue siendo el país de la región con las pérdidas eléctricas más altas, tal como lo reflejan las estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La fuga más grande de recursos

Las pérdidas de la ENEE, son la fuga más grande de recursos es la línea por la cual se drenan miles de millones, algunas fuentes técnicas detallan que la empresa pierde un aproximado de 20 millones de dólares mensuales.

Referencias estadísticas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Honduras, han indicado que por perdidas la ENEE, pierde 406.30 lempiras cada segundo por hurto de energía y fallas técnicas.

Por su parte, las propias autoridades de la Secretaría de Energía revelaron que cada punto porcentual de energía que se pierde representa una pérdida de 17 millones de dólares.

El gerente Comercial de la Unidad Técnica de Control y Distribución estimó que las pérdidas diarias son de 43 millones de lempiras.

Padilla señaló que la energía no es gratis, todos la tenemos que pagar, hasta los que no tienen energía en este país pagan los que están hurtando energía.

Detalló que en San Pedro Sula las pérdidas de energía rondan el 52%, la zona atlántica y sur también representan un considerable por ciento en hurto de energía.

“Es increíble todo lo que estamos perdiendo por hurto de energía y otras deficiencias”, argumentó el ejecutivo de la ENEE.

Wilfredo Flores, integrante de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE)

Wilfredo Flores, integrante de la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE), admitió que las pérdidas no tuvieron mejoría y señaló que más bien es preocupante el porcentaje con que se cierra este 2023.

“Ese indicador nos tiene preocupados, están hablando de pérdidas de 37% a 38 % todo parto es doloroso, ya estamos pariendo una nueva ENEE y este parto nos va a doler a todos”, agregó el funcionario.

Un plan sin resultados

Para muchos expertos a la luz de las evidencias el Programa de Reducción de Pérdidas, que ha implementado la ENEE, no está dando los resultados esperados, por lo tanto, se debe reorientar el mismo.

“La visión primaria era que en los tiempos correspondientes pudiésemos haber reducido pérdidas, sin embargo, esto no ha tenido ese rendimiento y no se ha visto el Cash en la caja de la ENEE, porque más bien tenemos más deudas con los generadores, se ha venido haciendo abonos y también con bonos, que se han puesto a disposición para hacerle frente a ese pago, más fondos propios de la empresa”, pero sigue la enorme deuda dijo Miguel Aguilar en conversación con Proceso Digital.

Aguilar detalló que son 20 mil millones de lempiras en deuda con los generadores de energía.

Por su parte, investigador de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), Edgar Aguilar, ante la consulta de Proceso Digital, sobre los resultados del Programa Nacional de Reducción de Pérdidas de la ENEE, respondió que el PNRP tuvo varias falencias desde el principio, para el caso se contrató una cantidad significativa de personal sin experiencia, no hubo una estrategia qué llegará a los circuitos con más pérdidas primero, y hubo lentitud en la adquisición de materiales y equipo.

Edgar Aguilar, investigador de ASJ.

Asimismo, indicó que el plan operativo que establecieron de una reducción de pérdidas en un 4 % para finales de 2023, fue muy ambicioso y contando que, a diciembre del 2022, las pérdidas estaban en 32 % en distribución, deberíamos de esperar una reducción a 28 % para finales de este mes.

Esa meta se queda en ambición porque más bien ya desde el mes de octubre hubo cálculos preliminares que mostraban pérdidas en un 39 %, agregó.

Sigue el desafío

En el 2023, la reducción de pérdidas se quedó en un sueño no cumplido tal como ha pasado los últimos años, por lo tanto el desafío sigue intacto, y según Miguel Aguilar, no deberían haber “excusas ni justificaciones” para que el 2024, no haya acciones concretas para la reducción de pérdidas,  partiendo de que se tiene la logística, se tienen los sistemas en la unidad técnica  y el talento humano en campo para poder con todo un andamiaje de Gobierno entrarle a una focalización de trabajo donde están las pérdidas más grandes.

Mientras, Aguilar, apunta que los indicadores principales para ver los resultados de la ENEE son dos: el porcentaje de pérdidas y los ingresos por operaciones de la ENEE.

En cuanto a las pérdidas reiteró que uno de los cálculos preliminares al mes de octubre muestra pérdidas en 39 %.  Mientras a junio de 2023 los ingresos por operación de la ENEE no se miraban mejor qué los del año anterior. “Habría que ver como se ve para finales de este año, descontando las grandes cantidades que transfiere la administración central a la empresa”.

Asimismo, añadió que aparte ahora no hay un supervisor independiente sobre las actividades y resultados en reducción de pérdidas, y solo la misma ENEE tiene los datos qué ayudarían a identificar el desempeño en la reducción de pérdidas. “Esperemos qué los datos sean fieles a la realidad para en base a eso mejorar lo qué se puede y seguir haciendo lo que está funcionando”. 

Más potencia

Mientras siguen las pérdidas, también continúan otra serie de problemas que son endémicos en la ENEE, pero se espera que para el 2024 al menos se reduzcan algunos y que no se dé la falta de energía que se enfrentó en 2023. 

Pero para ello también se necesitan tomar acciones concretas que vayan más allá del corto plazo, indican los expertos. La ENEE, ya anunció la licitación de 200 megavatios, pero esta es una solución a corto plazo y se queda corta.

A mediados de noviembre el integrante de la CREE, Leonardo Deras, informó que la licitación de los 200 megavatios se daría a finales de noviembre, para con dicha potencia enfrentar el verano del 2024.

Pero al gobierno solo le quedan cuatro días hábiles de trabajo este 2023, lo que hace difícil que puedan otorgar la licitación de los 200 megavatios de energía y que la misma esté lista en los próximos cuatro meses, cuando la demanda de electricidad sea mayor en el país.

Aguilar de la ASJ por su lado planteó que esta licitación para 220 MW, la cual está en proceso de evaluación, es para contratos de dos años nada más. “Está solo es una solución para el corto plazo”. El país tiene la necesidad de qué se contrate más energía y potencia para evitar qué continúen y aumenten los apagones y para expandir el servicio a quienes no lo tienen, amplio.

Para el técnico una licitación pública, internacional y competitiva es el único mecanismo qué garantizara que esto se logre a un buen costo.

 Sin embargo, advirtió que “sí la ENEE continua sin la capacidad de pagar a los generadores a tiempo, nadie le va a querer vender energía barata”.

Además, habrá que ver qué tan competitiva y abierta termina siendo la licitación y esto se verá en el número de oferentes, ya que la participación de varios ayudaría a bajar los costos.

Miguel Aguilar, también reconoció que una licitación de 200 MW, es un paliativo, de emergencia tal como lo ha anunciado la estatal, porque Honduras realmente necesita 850 MW de potencia firme, para hacer frente a la demanda.

Finalmente, los conocedores del tema, insisten en que, si bien es cierto que las pérdidas técnicas y no técnicas, tienen el mayor peso en la crisis de la ENEE, hay otros problemas que no son menos relevantes, y que son estructurales como la situación de la mora, el déficit general y la falta de independencia política entre otros temas. Por ello el plan de rescate, debe ser minucioso. LB

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