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Astronautas terminan la segunda jornada de trabajo fuera de la estación espacial

Washington – Los astronautas Dave Williams y Rick Mastracchio completaron hoy una segunda actividad extravehicular (EVA), durante la cual reemplazaron uno de los giroscopios de la Estación Espacial Internacional (EEI).
 

«Todas las tareas se han realizado sin contratiempos y el giroscopio ya está funcionando», dijo el control de la misión en el Centro Espacial Houston, minutos antes de que Mastracchio y Williams pusieran fin, a las 22.00 GMT, a seis horas y 30 minutos de trabajo ininterrumpido en torno al complejo espacial.

«Este es el viaje más asombroso que haya realizado jamás», manifestó Williams, de la Agencia Espacial Canadiense y uno de los siete miembros de la tripulación del transbordador «Endeavour».

El giroscopio sustituido fue colocado por los astronautas en un compartimento fuera de la EEI, donde permanecerá hasta ser traído de regreso en una misión posterior, informó la agencia espacial estadounidense NASA.

El nuevo dispositivo es uno de los cuatro que se usan para controlar la orientación y altitud de la EEI, un puesto orbital en cuya construcción participan 16 naciones y cuyo costo final se calcula en más de 100.000 millones de dólares.

La incursión de hoy comenzó a las 15.32 GMT y fue coordinada desde la EEI por la especialista Tracy Caldwell, mientras el piloto Charles Hobaugh y el ingeniero de vuelos Clay Anderson operaban el brazo robótico de la EEI.

Al mismo tiempo, los otros miembros del «Endeavour» y de la EEI continuaban con la tarea de trasladar más de 2,5 toneladas de equipos y vituallas traídas por el transbordador hasta el complejo orbitador.

La segunda caminata espacial se llevó a cabo 24 horas después de que las autoridades de la NASA decidieron dar tres días más a los 11 previstos para la misión STS-118 del transbordador.

La decisión fue tomada después de que comenzara a funcionar sin problemas un nuevo sistema para transmitir energía desde la EEI hasta el transbordador.

En tanto, las autoridades de la NASA estudiaban la posibilidad de realizar esta misma semana tareas de reparación en el escudo térmico que resultó dañado el viernes pasado segundos después del lanzamiento.

Fuentes de la agencia espacial estadounidense indicaron que se está tratando de determinar si la zona afectada por el impacto de una loseta aislante podrá soportar el aumento de la temperatura que se produce cuando la nave reingresa en la atmósfera terrestre.

Añadieron que una decisión definitiva se dará a conocer esta misma noche o mañana.

Ese calor molecular se coló en la estructura del «Columbia» el 1 de febrero de 2003 y la nave se desintegró cuando ponía fin a una misión científica. En el accidente murieron sus siete tripulantes.

La zona que debe ser reparada tiene unos 9 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho y se encuentra en uno de los paneles de aislamiento térmico, de unos 2,8 centímetros de espesor, que ha dejado expuesto el material de relleno.

«Los técnicos llevan a cabo pruebas en los laboratorios donde podemos reproducir las condiciones que enfrenta el transbordador a su retorno a la Tierra, cuando la fricción eleva la temperatura en la superficie a casi 1.100 grados (Celsius)», dijo a Efe una fuente de la NASA.

Además de la prolongación de la misión original, las autoridades de la NASA agregaron una cuarta jornada de labores fuera del vehículo, que se iniciará el próximo viernes a las 14.01 GMT.

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