Tegucigalpa – El locutor y comerciante, Adelmo Arturo Cortez Milla, de 42 años, fue asesinado esta noche en la ciudad de Gracias, Lempira, en el occidente del país, cuando llegaba de su trabajo en radio Galaxia 21, y estacionaba su vehículo cerca de la casa. Un desconocido se acercó cuando aparcaba su carro y le dispararon a mansalva hasta causar su muerte, señala el reporte preliminar de la policía.
Cortez Milla, habitaba en el barrio San Cristóbal, en la ciudad de Gracias, y las autoridades forenses hacen el reconocimiento del cuerpo para el respectivo informe que sirva de base a la investigación de las autoridades.
La familia del locutor, que laboraba en la radio Galaxia 21, señala que justo a media cuadra de su casa, donde dejaba el vehículo Adelmo Arturo, se acercó un desconocido para matarle sin mediar palabra.
Las autoridades policiales realizan pesquisas para ver si encuentran testigos u otras pistas que puedan dar con el móvil de este locutor y comerciante que se desempeñaba con buen suceso en la zona, según las versiones de los lugareños.
El asesinato del locutor de radio Galaxia 21, se suma al atentado que sufriera en la ciudad de La Ceiba, la madrugada de este miércoles, un camarógrafo que labora para la Corporación Televicentro en la ciudad de La Ceiba, asignado al corresponsal, German Vallecillo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) condenó hace una semana el asesinato de los periodistas hondureños Jacobo Montoya Ramírez, Juan Carlos Cruz Andara y Joel Aquiles Torres.
Jacobo Montoya Ramírez fue asesinado el 25 de junio en la zona de Copán, Ruinas, en tanto Juan Carlos Cruz Andara fue muerto el 23 de junio en la ciudad de Puerro Cortés. Posteriormente, el 3 de julio fue asesinado cuando manejaba su vehículo, Joel Aquiles Torres, propietario de la cadena de televisión local Canal 67. Torres fue asesinado a la altura de Taulabé en Comayagua.
Honduras se ha vuelto desde hace más de una década en un país de alto riesgo para el ejercicio del periodismo y la comunicación social al registrarse más de cuarenta asesinatos entre periodistas, comunicadores rurales, locutores y otros afines a la comunicación social.
