Tegucigalpa – “Esa cantidad de droga, de entrada, ¿por qué tanto fentanilo? era el primer análisis que tenía que hacerse, pero para eso se necesita estar en la jugada, estar en misa, se nota pues evidentemente que estos funcionarios y sus titulares no conocen de estas cosas”, expresó el médico farmacéutico Juan Carlos Hernández con respecto a los 493 kilos de fentanilo incautados esta semana en la aduana de Puerto Cortés, norte de Honduras.
– La cantidad de fentanilo incautada esta semana en Honduras, tiene la capacidad para “inundar” a toda Centroamérica de la droga.
– Las investigaciones retratan la presunta responsabilidad de funcionarios de la Arsa que aprobaron la importación de la carga desmedida de fentanilo.
– “Se están abriendo las puertas del infierno para el continente americano. Con la llegada del fentanilo, ¡que Dios nos proteja y nos cuide!”, advirtió el abogado costarricense Gustavo Mata, exministro de Seguridad Pública de Costa Rica y exjerarca de la policía judicial de este país.
– El cambio de ruta del tráfico de fentanilo pone a Honduras como puente de la droga.
De esa forma reaccionó el profesional químico farmacéutico, luego que el miércoles de la presente semana se reportó el decomiso de 493 kilogramos de fentanilo que equivale a 493 mil dosis, suficientes para inundar Centroamérica.
En el país apenas se necesitan 115 gramos para fines médicos, según informaron las autoridades el propio día de la histórica incautación del opioide sintético.
El Ministerio Público, a través de la Sección Antidrogas de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), dirigió la incautación preventiva de 493 kilos de una sustancia química.
La información preliminar en poder de las autoridades establece que una empresa importó en octubre pasado un lote de fentanilo sin tener un permiso vigente y con una serie de inconsistencias en cuanto a la cantidad reportada, la documentación soporte y las regulaciones sanitarias requeridas.
La Arsa, desde que se conoció la incautación, comunicó en sus redes sociales que “se detectaron inconsistencias en la cantidad reportada del estupefaciente, se corroboró que, la Autorización de Importación de Sustancias Controladas emitida por la ARSA había vencido desde el 21 de octubre de este año”.
(LEER) Investigan presunto desvío de fentanilo desde almacenes de Salud
Se trata del primer decomiso registrado en el país de este potente opioide sintético, que como se sabe, producto de su desvío y uso ilegal, en países como Estados Unidos y México ha generado una crisis sin precedentes en materia de salud y seguridad, respectivamente. Sólo en EEUU, más de 122 mil personas murieron por el consumo de esta potente droga.
Ante esa realidad, el galeno Juan Carlos Hernández lamentó que el gremio no haya sido tomado en cuenta para elaborar los dictámenes y análisis sobre el fuerte decomiso de fentanilo.
“Si de medicamentos se trata, hay que consultar a los farmacéuticos, nosotros tenemos todo el conocimiento académico y la experiencia en todas las áreas, desde fabricación, análisis de calidad, tenencia, distribución, almacenamiento y dispensación del uso de un fármaco”, expuso.
Caviló que debe existir deducción de responsabilidades, “porque alguien sometió al regente técnico del establecimiento al que venía dirigido esta carga y para ello hubo una previsión de droga el año pasado (2022).
Hernández explicó que algún funcionario de Arsa emitió un permiso para la carga que se importó, que además tenía la licencia sanitaria vencida y por eso se retuvo la misma.
Puntualizó que “la carga solicitada pasó por las narices de la Arsa y de quienes hicieron los análisis”.
La carga de casi 500 kilos de ampollas de fentanillo, permitiría trabajar 48 mil 500 procesos quirúrgicos al año, es decir más de 4 mil mensuales y Honduras no tiene la capacidad hospitalaria para realizar esa cantidad de procedimientos.
“Paraíso de los químicos”
Una fuente del MP que participó en la incautación del opioide, dijo que la Arsa deja mucho que desear con algunas de las actuaciones de sus funcionarios. “A veces el personal de Arsa se involucra, no sé si inconscientemente o consciente, pero el tema es que debemos esclarecerlo”.
Narró que el exministro de Seguridad, Ramón Sabillón, se quejaba constantemente que Honduras era un “paraíso de los químicos” por la incapacidad de algunas instituciones involucradas en este tipo de permisos a las droguerías.
“Cuando Arsa se separó de la Secretaría de Salud se pensó que las cosas cambiarían, pero se siguen con los mismos reglamentos y por ende con los mismos problemas. Aquí la ley dice que para que un importador pueda traer cualquier sustancia controlada, primero debe tener la licencia vigente del producto que va a traer, incluso antes de pedirlo, pero eso no sucede en la realidad porque los importadores primero traen los productos y luego adquieren las licencias”, describió.
Señaló que el permiso que expidió Arsa al importador del fentanilo venció el 21 de octubre, por lo que luego emitió una constancia de que estaba en trámite el siguiente permiso, pero al estar en trámite no garantiza si será aprobado o no.
La fuente apuntó que el destinatario es privado y además era la primera vez que importaba, por lo que el cuantioso lote disparó las alarmas de las autoridades.
“La empresa asegura que tiene muchos clientes, pero no sabemos quiénes son ellos. Se hacen diligencias con ellos y no se descartan requerimientos”, acotó.
(LEER) Fentanilo incautado puede ser utilizado en red hospitalaria del país, propone doctor Umaña
Cambio de rutas
De acuerdo a versiones de especialistas en criminalidad organizada, la nueva ruta usada para el transporte de este narcótico a los masivos mercados de consumo en Estados Unidos y a los emergentes en América Latina y el Caribe, confirmaría que las mafias decidieron buscar opciones y cambiar las vías marítimas tradicionales: por el océano Pacífico, de China e India a México y Guatemala, y, por el Atlántico, de Turquía y Países Bajos a Guatemala y ahora desde el Reino Unido hacia Honduras.
Ofrecido en tabletas o pastillas, polvo y líquido, el fentanilo ha proseguido con su peligrosa, alarmante e incontenible expansión por América Latina y el Caribe en 2023. EEUU ubicó en septiembre pasado a México, Guatemala, Colombia y Ecuador como ejes del fenómeno.
Con mayor o menor fuerza, la presencia del opioide ya se detectó también en República Dominicana, Costa Rica, Honduras, Panamá, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil y Paraguay, con alerta en El Salvador, Perú y Uruguay.
Se recibió alerta
El director de Aduanas, Fausto Cálix, detalló que la cantidad incautada fue de 48 mil 600 ampollas (en 122 cajas) en un contenedor procedente del Reino Unido con transbordo en Colombia y se recibió una alerta el pasado 1 de noviembre.
Manifestó que la Agencia de Regulación Sanitaria (ARSA) había autorizado solamente ampollas de 2.5 gramos, pero la droguería importadora trajo ampollas de 5 gramos, es decir el doble de lo autorizado.
Aseguró que el trabajo fue coordinado con agencias antinarcóticas del país, la Policía de Fronteras, la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia del Estado, Arsa, Aduanas y el Ministerio Público.
(LEER) Fentanilo, una droga que podría ser un problema crítico para Honduras
Redoblar esfuerzos
El experto en materia de seguridad, Erasmo Jiménez, citó que el decomiso de casi media tonelada del opioide sintético sólo demuestra el tránsito y el consumo en Honduras.
Pidió a las autoridades redoblar esfuerzos para capacitar al personal desplegado en las fronteras terrestres, aéreas y marítimas para poder identificar esta droga.
Subrayó que la ciencia criminalística debe poner cartas en el asunto y no dejar que la población hondureña sea afectada por la denominada droga zombie.
No se descarta que las organizaciones criminales están cambiando las rutas para traficar este opioide sintético por Honduras en vista que en otros países se han endurecido los controles por las consecuencias en el país altamente consumidor como es Estados Unidos.
Los cárteles mexicanos, Sinaloa, por medio del clan de Los Chapitos dirigido por los hijos del condenado narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán Loera, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fueron reiteradamente señalados por EEUU de dirigir el contrabando de fentanilo en asocio con redes nacionales del resto del hemisferio occidental. PD