Tegucigalpa/Washington – La propuesta de asignar recursos por mil millones de dólares (21 mil millones de lempiras) para tres países del norte de Centroamérica, hecha por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ante el Congreso norteamericano para financiar el Plan de la Alianza para la Paz y la Prosperidad, forma parte del presupuesto fiscal de Washington para el año fiscal 2016.
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El Plan de la Alianza para la Paz y la Prosperidad, impulsado por el Triángulo Norte de Centroamérica (Honduras, Guatemala y El Salvador) ha encontrado eco en la gestión Obama, quien solicita 1,000 millones de dólares en ayuda para Centroamérica tras la crisis migratoria del año pasado.
En un gesto simbólico, Obama presentó su plan presupuestario en la sede del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés), con el objetivo de urgir a la oposición republicana a no permitir que esa agencia gubernamental se paralice a partir del 27 de febrero, cuando se quedará sin fondos para operar.
Los republicanos quieren supeditar la financiación del DHS a la eliminación de los fondos para que ese departamento ejecute las medidas unilaterales anunciadas por Obama a finales de 2014 para regularizar temporalmente a cinco millones de inmigrantes indocumentados.
El presidente urgió a los republicanos a no poner «en riesgo» la seguridad nacional con la batalla sobre el DHS y enfatizó que si expiran los fondos para esa agencia, unos 50,000 agentes aeroportuarios y otros 40,000 de la patrulla fronteriza y de aduanas «tendrán que seguir trabajando sin cobrar».
Iniciativa es acuerpada por católicos y evangélicos en EEUU
El propio cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, reveló que la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos gestiona el apoyo e impulso para lograr el Plan de la Alianza para la Prosperidad.
“Hay un diálogo con la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, ellos tienen sus canales para dialogar con el gobierno”, dijo el líder católico.
Agregó que “concretamente el arzobispo de Washington, Donald Wuerl, es uno de los grandes impulsores del apoyo a este programa”.
Según Rodríguez Maradiaga, al lograr la aprobación del Plan de la Alianza para la Prosperidad, “nuestros hondureños no van a tener que migrar a otros países”, particularmente a Estados Unidos, remarcó.
Por su parte, el presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH), pastor Alberto Solórzano, informó que esa organización religiosa, a través de instituciones fraternas en Estados Unidos, hacen lobby para lograr con los congresistas estadounidenses la aprobación de los mil millones de dólares propuestos por Barack Obama para financiar el Plan de la Alianza para la Prosperidad.
En comunicación telefónica con Proceso Digital, Solórzano indicó que a través de esa confraternidad y la Unión Bautista Latinoamericana, cuya presidencia ostenta Honduras, han hecho un trabajo conjunto con su alianza en Estados Unidos que aglutina a los pastores e iglesias latinas.
“Hemos tenido con ellos, una presencia física acá, de una delegación que vino el año anterior y también comisionada por parte de la Casa Blanca para que ellos pudieran verificar in situ la condición del país y pudieron escuchar a algunos sectores y pudieran llevar un informe a Estados Unidos”, relató Solórzano.
Generar empleos para jóvenes
El analista del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), Rodulio Perdomo, dijo que esta es una valiosa oportunidad para atacar los dos problemas fundamentales que generan la migración: el desempleo y subempleo, y la inseguridad.
“No atacar la inseguridad por la vía de la represión, sino creando barrios con oportunidades de empleo en el sitio que provocará que los jóvenes tengan verdaderas oportunidades de vivir dignamente”, recomendó.
Aseveró que es fundamental que esos recursos anunciados por Washington no tengan discrecionalidad para que tome otro rumbo como la contratación de empleados públicos.
Perdomo recordó que los fondos obtenidos para la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP) fueron invertidos en buena parte en la contratación de burócratas. “Se contrataron más administrativos en Salud, Soptravi y Educación que no se necesitaban… lo que sí se ocupa es que por lo menos 80 centavos de cada dólar lleguen directamente a los jóvenes y niños de Honduras”, estimó.
Apuntó que los 300 millones de dólares (seis mil 300 millones de lempiras) que le corresponderán a Honduras, en caso que el Congreso apruebe la iniciativa de Barack Obama, pueden generar un cambio cualitativo en los mercados de empleo.
“Honduras debe agregar valor artesanal e industrial porque nos asentamos en un país forestal, donde se pueden fabricar miles de muebles para colegios o escuelas públicas… también se puede garantizar que la merienda escolar que se consume en los centros educativos sea elaborada con productos nacionales”, puntualizó.
Segundo tiempo se juega en el Congreso de EEUU
De su lado, el coordinador general del gobierno, Jorge Ramón Hernández Alcerro, destacó que la propuesta de Washington significa la concreción que la gestión del presidente Juan Orlando Hernández ha venido realizando desde mayo del año pasado, cuando se planteó en Tegucigalpa la necesidad de enfrentar la crisis migratoria de niños y que rebasó las capacidades de los procesos migratorios de Estados Unidos.
Mencionó que a raíz de ese fenómeno se diseñó un programa que ataca las raíces profundas de lo que promovía la emigración de hondureños hacia la gran potencia del norte del continente.
«La Alianza para la Paz y la Prosperidad está diseñada no solamente para atender una situación de crisis, sino que también para atacar las causas profundas de la pobreza, violencia y falta de oportunidades económicas, debilidad institucional e inseguridad ciudadana», indicó.
Hernández Alcerro relató que la Alianza para la Paz y la Prosperidad se ha venido trabajando con El Salvador y Guatemala; «hemos hecho un documento con los lineamientos estratégicos en el que nos hemos puesto de acuerdo los tres países», dijo.
Contó que cada país miembro del Triángulo Norte de Centroamérica ha presentado su propia propuesta. «Honduras ha desarrollado sus programas, los que quisiéramos dentro de la Alianza para la Prosperidad e igualmente lo ha hecho El Salvador y Guatemala», refirió.
Aseveró que el factor de la población es uno de los aspectos a tomar en cuenta para la asignación de los mil millones de dólares, además de otros indicativos como la pobreza, territorio, condiciones geográficas, entre otros.
Con la propuesta formal hecha por el presidente Obama ante el Congreso estadounidense empieza otra etapa, dijo Hernández Alcerro, para luego agregar que «el primer tiempo lo jugamos en la cancha de la administración de los Estados Unidos, el segundo tiempo lo vamos a tener que jugar en el Congreso de ese país, así que nos aprestamos a poder trabajar de forma intensa tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes para llevar al ánimo de senadores y congresistas el curso de la discusión del presupuesto de los Estados Unidos».
El alto funcionario hondureño aseveró que la Alianza para la Paz y la Prosperidad es de enorme beneficio mutuo tanto para Estados Unidos como para estos tres países: Guatemala, El Salvador y Honduras.