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Alarma: Una docena de niños con rara enfermedad en el Materno Infantil

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Tegucigalpa – Las alarmas se han encendido en el bloque Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario (HEU), tras confirmarse que 12 niños que se encuentran internos en ese centro asistencial padecen de la enfermedad de Kawasaki, la que afecta a menores de cinco años.

La enfermedad no es contagiosa, pero los médicos creen que la causa algún tipo de microbio o virus y pueden producirse brotes epidémicos por lo que se recomienda que se laven bien todos los utensilios donde los niños o los adultos ingieren los alimentos.

Así lo confirmó el portavoz del HEU, Miguel Osorio, quien indicó que los menores ingresaron con sospecha de que estaban infectados con el virus del sarampión, enfermedad de los que no se tienen casos desde 1997, pero esa duda se descartó a través de pruebas de laboratorio.

En ese sentido, los pediatras del Materno Infantil les dan seguimiento a los 12 niños ya que la enfermedad se detecta a través de un examen de sangre, orina y si es necesario de un electrocardiograma debido a que los menores pueden padecer de problemas cardiacos si el mal no se atiende a tiempo.

Osorio señaló que los menores ingresaron al centro asistencial días atrás, no todos a la vez, pero si de manera paulatina y hasta donde se conoce el Programa Inmunizado de la Secretaría de Salud, no cuenta con la vacuna para contrarrestar la enfermedad.

Aseveró que el reporte indica que los niños se encuentran estables y que están fuera de peligros, aunque será hasta este día que se darán a conocer mayores detalles con el último informe epidemiológico de parte del Departamento de Vigilancia de la Salud que está a cargo del doctor Concepción Zúniga.

Detalló que los síntomas de esta rara enfermedad comienzan con una fiebre intensa que puede durar hasta dos semanas, erupciones en el abdomen, en el pecho y en los genitales, enrojecimiento de los ojos y los labios que se ponen secos y agrietados, la lengua se inflama y se cubre con una capa blanca, la garganta se irrita y duele bastante, los ganglios se inflaman y las palmas de las manos y los pies se inflaman también y se enrojecen.

Asimismo, pueden sufrir de dolor en las articulaciones, diarrea, vómitos y dolor en el abdomen, síntomas que conocen los médicos y que utilizan como base para diagnosticar clínicamente esa patología.

La enfermedad de Kawasaki es una enfermedad multisistémica, idiopática, caracterizada por vasculitis que afecta a vasos de pequeño y mediano calibre, especialmente a arterias coronarias provocando clásicamente aneurismas en éstas, además, suele asociarse a algún síndrome mucocutáneo.

Este síndrome es llamado así por el médico japonés Tomisaku Kawasaki que en la década de 1960 describió esta enfermedad recientemente reconocida en niños.

La enfermedad aguda presenta fiebre, eritema, erosión conjuntival, oral, edemas en miembros, eritema en plantas y manos, erupciones cutáneas e hiperplasia de los ganglios linfáticos cervicales y ocasionalmente inflamación cardíaca y de las articulaciones mayores.

Requiere de la presencia de fiebre alta de cinco días o más de duración, junto, al menos, cuatro de los siguientes cinco criterios clínicos: inyección conjuntival bulbar bilateral, no exudativa, alteraciones de labio o mucosa orofaríngea: enrojecimiento intenso y fisuras labiales, exantema orofaríngeo de intensidad variable, lengua de aspecto de fresa.

Exantema polimorfo (morbiliforme, o semejante al de rubéola o escarlatina), que compromete principalmente tronco y extremidades, edema duro de manos y pies, acompañado o no de enrojecimiento de palmas y plantas.

Asimismo, descamación periungueal en la segunda o tercera semana, linfadenopatía cervical, generalmente única, de más de 1.5 centímetros de diámetro.

Los pacientes con fiebre de al menos cinco días y menos de cuatro síntomas principales, pueden diagnosticarse de enfermedad de Kawasaki cuando se detecten anomalías en las arterias coronarias por ecografía o angiografía.

En el tratamiento de la enfermedad incluye actividad física, reposo hasta la segunda o tercera semana de enfermedad o cuando la fiebre remita por más de tres días.

Aplicación de gammaglobulina intravenosa en dosis única de 2 g/kg a pasar en 10 a 12 horas. El tratamiento con gammaglobulina disminuye la incidencia de aneurismas coronarias desde 15 a 20 por ciento hasta 4 a 8 por ciento.

También el suministro de ácido acetilsalicílico en dosis inicial de 80 a 100 mg/kg/día vía oral cada ocho horas hasta el día 14 de la enfermedad, y hasta que el niño permanezca afebril por más de 48 horas. Luego continuar con 5 mg/kg/día vía oral por seis a ocho semanas o hasta que se normalicen las plaquetas o la VSG, o indefinidamente si existe compromiso coronario.

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