Torres, que formó parte del Comité por la Libre Expresión de Honduras y que actualmente se dedica al análisis político, participa hoy en la Casa de América de Madrid junto al profesor Juan Carlos Monedero, asesor del Gobierno venezolano.
Ambos expertos intervendrán en una mesa en la que se debatirá sobre la influencia de Hugo Chávez en Centróamerica, tanto en el terreno político como en el económico.
Torres refirió que la actual actitud del presidente de Honduras es «un giro inesperado» que ha sorprendido incluso para el mismo Chávez» que, recordó, no asistió a la toma del posesión de Zelaya en enero de 2005 y su primer contacto con el presidente hondureño fue en la toma de posesión de Michele Bachelet, en marzo de 2006.
Hoy, dijo Torres, el presidente Zelaya ha iniciado una «carrera contrarreloj» para que Honduras pueda convertirse en «el primer aliado comercial y político» del Gobierno de Venezuela en Centroamérica.
Una circunstancia que, a juicio del periodista y analista, se podría entender desde el punto de vista económico o comercial, pero no desde el político que da lugar a una situación de «incertidumbre y anticipa la inestabilidad».
Para este observador es difícil explicar la contradicción entre el discurso presidencial de Zelaya que «quiere sumarse a la nueva izquierda latinoamericana y su gestión interna caracterizada por un apoyo a los grupos financieros y políticos más conservadores».
En cuanto a la relación económica entre los dos países, Manuel Torres consideró que Honduras ofrece su posición territorial estratégica, ya que carece de petróleo y gas.
Honduras integra junto a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, y Dominica la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
Esta iniciativa surgió en 2004, a iniciativa de Cuba y Venezuela, para hacer frente al Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) impulsada por Washington.
A juicio del periodista esta iniciativa comercial ha dado al plan de Gobierno de Zeleya «un contenido que no tenía» y, por ello, busca «construir bases sociales».
Pese a eludir pronunciarse sobre la influencia de Chávez en el resto de la región, el analista dijo que el presidente venezolano impulsa «un aliento integracionista latinoamericano fuerte», aunque a «usa su ventaja económica» para acrecentar su influencia.