Tegucigalpa – Un total de 1,388 niños hondureños han sido retornados desde Estados Unidos en lo que va del año, muchos de ellos en condiciones críticas que les impiden continuar sus estudios, denunció este miércoles Ricardo Coello, director de programas de Casa Alianza.
Según Coello, los menores enfrentan serios problemas de adaptación tras su retorno al país. “Esta situación migratoria para niños sigue siendo una constante, y al retornar necesitan atención urgente. Es necesario evaluar los traumas que han vivido en la ruta migratoria, y luego ayudarlos a readaptarse al entorno del que salieron”, explicó.
Además del impacto psicológico, Coello señaló que estos menores llegan en un momento del año escolar en el que ya es difícil que se reincorporen a clases. “Regresan cuando el calendario escolar ya está avanzado, casi a la mitad del año, y no pueden reintegrarse fácilmente. Eso representa un problema serio porque se suman al creciente número de niños, niñas y adolescentes que no estudian ni trabajan, los llamados ninis, en el país”, advirtió.
Otro desafío, según el representante de Casa Alianza, es el estigma social que enfrentan estos menores al volver a sus comunidades, lo que agrava aún más su situación de vulnerabilidad.
Ante este panorama, Coello instó a las autoridades a diseñar políticas urgentes de atención integral, que incluyan opciones educativas flexibles, apoyo psicosocial y oportunidades de inserción en actividades productivas. Si no se toman medidas, estos niños corren el riesgo de ser reclutados por maras, pandillas o el crimen organizado, alertó.
Casa Alianza reiteró su llamado a priorizar la atención de la niñez migrante retornada, para evitar que miles de menores queden atrapados en un círculo de exclusión, violencia y pobreza. LB