Tegucigalpa – La iglesia Católica de Honduras interpeló hoy a dejar la vida de pecado y propuso el ayuno, la oración y la limosna como medios penitenciarios para dejarnos cultivar.
Así lo señaló el arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, quien celebró la eucaristía del tiempo de cuaresma en la catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa.
En su homilía el también presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) señaló que las Iglesia nos propone como medios penitenciarios el ayuno, la oración y la limosna.
El mensaje del Evangelio no es el de un castigo divino sino una interpelación a dejar la vida de pecado y optar por el señor, caviló.
El religioso recordó que tenemos la gracia de vivir un año jubilar.
El Santo Padre (papa Francisco) ha anunciado que el 2025 es un Año de Jubileo o Año Jubilar, algo que ocurre cada 25 años.
El tema de este Jubileo 2025 es “Peregrinos de esperanza”, pues será un año de esperanza para todo el mundo.
El primer jubileo fue declarado por el Papa Bonifacio VIII el 22 de febrero de 1300 (Fiesta de la Cátedra de San Pedro), con el fin de marcar el comienzo de ese siglo. Más tarde, recomendó que cada cien años se celebrara un año santo, ahora se hace cada 25 años y Honduras se tuvo en el año 2000.
El Año Jubilar ofrece a los fieles oportunidades de participar en diversos eventos jubilares en el Vaticano y en sus propias diócesis.
A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo Evangelio según San Lucas:
Lucas 13, 1-9
En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante”.
Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”. (RO)