Tegucigalpa– Desafiando la adversidad y la falta de servicios elementales como la energía, un grupo de estudiantes de Intibucá recorría a pie, en medio de lluvia y el sol inclemente, desde sus comunidades hasta un centro comunitario para construir el robot “Laura” y dicha caminata concluyó en Dubái, Emiratos Árabes Unidos donde presentaron su creación en las olimpiadas de robótica del First Global Challenge, obteniendo el primer lugar del continente americano y la posición 15 a nivel global.
-“Laura” posesionó a Honduras en el lugar 15 de 200 equipos a nivel mundial, ganando el segundo lugar en mejor historia, trayectoria del equipo y del robot, asimismo, en la posición uno del continente americano.
-“Laura” servirá para motivar a más jóvenes y abrirá una puerta para que el gobierno y la empresa privada apoyen la robótica en Honduras, asegura una de las jóvenes ganadoras.
La capacidad de los jóvenes hondureños en la construcción del robot quedó evidenciada al término de la competencia y que ahora estos muchachos se sienten orgullosos por el logro obtenido y por la posición en que quedó el país a nivel mundial.
Los jóvenes que conforman el equipo son: Dulce María Díaz Díaz, Alex José Reyes del Instituto Departamental Santo Tomás de Aquino de Camasca; Ely Alfredo Cardona, Riquelme Yahir Gámez del Inpcogua de Concepción y William Adolfo García del IDO de La Esperanza, todos del departamento de Intibucá.
Estos cinco jóvenes, junto a “Laura”, pusieron en alto el nombre de Honduras posesionándose en el lugar 15 de 200 equipos, ganando el segundo lugar en mejor historia y trayectoria del equipo y del robot, asimismo, en la posición 1 del continente americano.
El esfuerzo valió la pena
Proceso Digital conversó con la estudiante Dulce María Díaz Díaz, de 16 años, estudiante de segundo de bachillerato en informática del Instituto Departamental Santo Tomás de Aquino de Camasca, Intibucá, dijo sentirse muy orgullosa de haber aportado conocimientos en la construcción de “Laura”.
“Fue una experiencia única e inolvidable, ya que compartimos con otros países, y nos unimos a buscar soluciones a los problemas mundiales. Nos sentimos orgullosos al representar nuestro país”, dijo la jovencita.
Detalló que el grupo se reunía cada tarde y compartían ideas, todo era prueba y error, pero nunca se dieron por vencidos, por eso aceptaron el reto.
“Nosotros somos de comunidades diferentes. Muchos de nosotros caminábamos hasta una hora para poder llegar y regresar a las reuniones de cada día, muchas veces bajo la lluvia o el fuerte sol, otras veces en horas de la noche sin energía eléctrica, pero con mucho esfuerzo trabajábamos para poder lograr nuestra meta de representar nuestro país y dejarlo en buenas posiciones”, comentó.
Agregó que “todos tenemos metas, ambiciones y dificultades que debemos superar día a día. Pero todos tenemos un mismo objetivo y es enfocarnos en terminar nuestros estudios y graduarnos con un título universitario, lo que nos permitirá a nuestras comunidades a salir adelante, nuestros municipios, y nuestro país”, sostuvo.
“Pablo” y “Laura”
Detalló que cada año los robots tienen un nombre distinto y en 2018 en el concurso de robótica que se celebró en México, Honduras quedó en segundo lugar con el robot “Pablo” y este año los jóvenes le denominaron “Laura”, en honor a una pareja que tomó la iniciativa que inscribir a los jóvenes en las competencias de robótica.
Ilustró que Pablo y Laura eran una pareja de esposos a cargo de la organización Shoulder to Shoulder (Hombro a Hombro), pero lamentablemente Pablo falleció y quedó Laura en el cargo y en honor a ella se le denominó “Laura” al robot que participó en Dubái.
“Al momento de nombrar el robot dijimos que tenía que llamarse Laura, ya que ella es quien nos ha traído estos proyectos, y también cuando Pablo estaba en vida, ellos siempre pasaban juntos, y decidimos que ellos también quedarían juntos Pablo en 2018 y Laura en 2019”.
Explicó que “Laura” fue elaborada en dos meses y consistió en la recolección de micro y macro contaminantes y estos componentes estaban enfocados en bolas grandes y pequeñas y la mecánica consistía en agarrar esas bolas y lanzarlas hacia lugares que sumaban puntos de seis, cuatro y dos, y “Laura” logró enfocarlos a la puntuación más alta.
“La organización (Hombro a Hombro) nos sigue apoyando y le sigue apostando a la educación de esta zona de la frontera y ellos nos dieron el reto de este año. Y después de clases nosotros trabajamos en el robot el cual con mucho esfuerzo y dedicación nos representó en Dubái”, argumentó.
Motivación para otros
La jovencita aseguró que “Laura” servirá para motivar a más jóvenes a seguir en estos proyectos.
“Laura seguirá motivando a más personas a demostrarles que si se puede cuando se quiere, y que, si somos capaces de construir cualquier cosa en beneficio de la sociedad y que puede resolver los problemas mundiales”, manifestó.
Hizo un llamado a la población, al gobierno y a la empresa privada a apoyar a los jóvenes ya que se tocaron varias puertas, pero nadie creyó que se podría conseguir un primer lugar en robótica a nivel mundial.
Igualmente, hizo un llamado a los jóvenes hondureños “no importa la zona rural en la que vivas, las capacidades y lo que se pueda aprender en la vida es lo que hace grande a un hombre o a una mujer”.
“Solo pido a los jóvenes aprovechar cada una de las oportunidades que se nos presentan ya que estás no se repiten dos veces, nosotros somos capaces de lograr lo que nos proponemos, nunca decir que no podemos porque somos nosotros mismos quiénes nos ponemos las limitantes, sabemos que podemos cambiar nuestro mundo, que trabajando en equipo lograremos muchas cosas buenas”, aseveró.
Agregó que “dediquemos nuestro tiempo en algo que nos pueda ayudar en nuestro futuro, que nunca nos quedemos callados, sí no que demostremos que, si podemos, porque cuando se quiere, se puede”.
Hombro a Hombro
Proceso Digital también conversó con la coordinadora del desarrollo ocupacional de la organización Hombro a Hombro, Mincis Ramos Díaz, quien explicó que esa organización es una ONG que nació en Ohio, sin fines de lucro, es dirigida por personas que buscan desarrollar la educación y la salud en zonas rurales de la región y en Honduras tiene su sede en el municipio de Camasca, Intibucá.
Una de las ramas de la organización está basada en proveer a los centros educativos de Intibucá una educación que sea integrada de ciencia, tecnología y matemática.
Fue en 2017 que se empezó a inscribir a jóvenes de centros educativos de segunda enseñanza en concursos de robótica, pese a las dificultades que se presentan en la zona como la falta de energía.
“Nosotros en la organización creemos en estos jóvenes y decimos vamos a invertir ya que esto es una inversión y no un gasto, porque estos muchachos aprenden todos los días, les gusta implementar ideas, llegan a la institución en sus tiempos libres antes de ir al colegio o después de sus clases, los fines de semana se reúnen para analizar los proyectos y coordinar ideas, los jóvenes que han llegado a la organización quieren aprender algo nuevo, al principio no sabían nada de robótica, pero a medida de su esfuerzo, de sus ideas, de su compromiso han venido cosechando triunfos, nosotros les decimos si vienen acá porque quienes viajan no les servirá de nada, tienen que llegar en busca de conocimiento, de querer aprender y que lo que aprendan les sirva a futuro”, detalló.
Agregó que es así como nace el proyecto para llevar a estos jóvenes a las olimpiadas de robótica del First Global Challenge, en Dubái, esta idea nace a través de la visión de la organización que creó el Centro Regional de Excelencia para la Educación (CREE), que está integrada por estudiantes de tres colegios, el Instituto Polivalente del municipio de la Concepción, el Instituto Santo Tomás de Aquino de Camasca y uno de La Esperanza, todos en el departamento de Intibucá.
“Todos los años se busca inscribir a jóvenes diferentes, motivarlos con cada experiencia vivida en años anteriores, lo hacemos así para que todos crean en sí mismos, que, si pueden conseguir uno de los cinco cupos”, indicó.
Sostuvo que este año se inscribieron 16 jóvenes, de los cuales quedaron 12 tras cumplir con todos los requisitos y de estos cinco llegaron a Dubái.
Precisó que la organización está en Honduras desde 1990 realizando trabajos en materia de salud, pero desde 2012 se inició con los programas de educación y se instaló con programas bilingües en esa zona del país.
Fue en 2017 que se inició con los proyectos de robótica, fueron a competir a Washington y quedaron en el lugar 40 a nivel mundial; en 2018 en México, la posesión número 16 a nivel mundial y en segundo lugar a nivel del continente americano y en 2019 se posicionó en el número 15 y primero a nivel del continente.
Jóvenes con chispa
Ramos Díaz aseveró que “estos jóvenes cuentan con una chispa, están enamorados de sus proyectos, cada idea que se les viene a la mente las escriben y después las unen y las ponen en práctica, ellos iniciaron con el proyecto en abril, pero fue hasta en agosto que nos llegó el kit de competencia que empezaron a armar el robot y poder participar en las olimpiadas”.
Agregó que los jóvenes fueron comprometidos hasta el último día con el robot, ultimaron detalles para hacer la mejor presentación, trabajaron hasta nueve horas diarias en la Semana Morazánica para sacar adelante su proyecto y eso fue admirable.
Indicó que la organización en los últimos tres años ha invertido un millón y medio de lempiras para que los jóvenes participen en dichas competencias.
En ese sentido, pidió apoyo al gobierno y a nivel empresarial ante el aporte que brindan estos jóvenes e impulsar la robótica en el país.