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Tegucigalpa – Llegó el día D. Este domingo 09.03.2025. acuden a las urnas los hondureños para celebrar las elecciones primarias en las que 10 precandidatos presidenciales buscan alzarse con tres candidaturas de cara a los comicios generales de noviembre de este 2025.

El tripartidismo -Nacional, Libre y Liberal- están convocados a las urnas para elegir a los candidatos de sus preferencias en los niveles electivos: presidencial, legislativo y municipal.

El fantasma del fraude siempre asoma en las elecciones de los partidos mayoritarios. Aunque la suerte parece estar echada en Libre y Nacional, en el bando liberal la lucha se ha centrado más visceral luego de denuncias de sus contendores internos.

Es importante mencionar que los últimos tres presidentes -Manuel Zelaya, Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández- han sido mencionados en cortes norteamericanas por recibir financiamiento del narcotráfico, incluso el último cumple condena de 45 años tras ser declarado culpable.

En tanto, la divulgación de un reciente video involucró a Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro, quien en reunión con capos de la droga acordó aportes millonarios a la primera campaña de Libre en noviembre de 2013. 

Partido Libre

En el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), compiten por la candidatura los precandidatos Rasel Antonio Tomé y Rixi Ramona Moncada, ésta última la ‘ungida’ por la familia presidencial.

Tomé ha dicho que se inspira en los valores del prócer centroamericano Francisco Morazán y que incluso conversa con él. El político, actual diputado, y con 53 años, asegura que David vencerá a Goliat como una analogía a lo que prevé ocurrirá en Libre.

Rasel Tomé.

El líder del Movimiento Renovación, Nuevas Alternativas (Morena), fue servidor judicial por muchos años y funcionario en el gobierno del Poder Ciudadano (2006-2009) en Conatel, donde debido a sus ejecutorias fue procesado y condenado por la Corte Suprema de Justicia, pero aunque existe sentencia firme, eso no impidió que ejerciera como diputado en el actual Congreso. Igualmente, EEUU lo incluyó en la  lista Engel.

En tanto, Rixi Moncada es la apuesta de la actual familia presidencial para continuar al frente del gobierno hondureño. Ella, además es ministra de Defensa, y ha combinado sus ocupaciones del gobierno con la campaña electoral aprovechando el uso de la maquinaria gubernamental.

De 60 años, abogada de la República, se ha desempeñado en la titularidad de varios ministerios en el gobierno del expresidente Manuel Zelaya, así como el actual de Xiomara Castro.

Aunque para muchos analistas su precandidatura “no cuajó” a lo interno de Libre, sí le ajusta para llevarse el triunfo en la contienda primaria. Seis corrientes internas respaldan su postulación.

Su principal promesa de campaña es que continuará con la obra que inició Xiomara Castro.

Partido Liberal

El primer instituto político fundado en Honduras tomó nuevos brillos con la llegada de “candidatos importados”, quienes han llevado al liberalismo la opción de recuperar el poder tras su última victoria en noviembre de 2005.

De acuerdo a los analistas políticos, Salvador Nasralla y Jorge Cálix se disputarán la candidatura del PL. Sin embargo, acusaciones entre ambos han restado el fervor que había recuperado la enseña rojo-blanco-rojo.

Jorge Cálix, próximo a cumplir 40 años, llegó del Partido Libre. Es actualmente diputado al Congreso y sus posturas antigobierno le han granjeado una buena cuota política que arrastró precisamente del oficialismo.

Es la cabeza del movimiento ‘Juntos por el Cambio’ y asegura que ganará la contienda, pero reconoce el reto que será juntar a todo el liberalismo para las generales. Fiel admirador del modelo Bukele ha basado su campaña en el tema de seguridad y la generación de empleos.

Mientras, otro fuerte contendiente a lo interno del PL es el veterano presentador de televisión, Salvador Nasralla, quien fue responsable de crear dos partidos políticos que terminó abandonando para buscar otras trincheras con el afán de llegar al poder.

Con 72 años, el propio Nasralla ha dicho que esta es su última elección. Casado con la diputada Iroshka Elvir, fue baluarte fundamental para que Libre ganara la elección de 2021. Autoproclamado como “anticorrupción” sus posturas ambivalentes parecen ser el lado débil del presidenciable que durante décadas a alegrado a los hondureños con sus relatos de fútbol.

Otro de los presidenciables liberales es el ingeniero Luis Zelaya, un académico que abandonó la rectoría de una prestigiosa universidad privada para meterse de lleno en la política, una trinchera que le ha dado golpes bajos que incluso han tocado a sus familiares más queridos.

Muchos lo señalan como “el caballo de troya” de Mel Zelaya, pero él mismo ha negado semejantes aseveraciones. Con 57 años, alardea que no transa con los criminales y menos con narcotraficantes, se ha enfrentado a las propias autoridades de su partido, lo que ha debilitado en gran medida sus anteriores aspiraciones a la presidencia.

Y por último, Maribel Espinoza llegó hasta estas instancias cuando muchos presagiaban que no lo haría. Es una reputada abogada en el norte de Honduras, veterana dirigente del Partido Liberal y de las diputadas más beligerantes en el actual Congreso de la República.

Espinoza asumió el gasto total de su campaña electoral, es una dirigente política amable que suele acudir a cual medio de comunicación la invite para abordar sus planes de gobierno.

Próxima a cumplir 66 años se define como una mujer con mucho valor y el conocimiento que ocupa Honduras para derrotar la pobreza, la inseguridad y el desempleo.

Partido Nacional

Todos dan por ganador a Nasry Asfura en el Partido Nacional, pero sus contendientes Ana García, Jorge Zelaya y Roberto Martínez han advertido que darán la lucha hasta el final.

Arropado por el oficialismo del partido, Asfura -conocido también como Papi a la Orden- ha renovado cuadros en sus aspirantes a cargos de elección popular, pero los caudillos están detrás de sus aspiraciones.

Huraño con las cámaras y los debates públicos, Asfura le ha apostado a abrazar a sus correligionarios en el interior del país. Sus 67 años le han permitido ocupar cargos importantes como dos veces alcalde del Distrito Central y candidato presidencial en las pasadas elecciones.

Con su lema “trabajo y más trabajo” pretende agenciarse la simpatía del electorado. Asegura que el Partido Nacional volverá a tomar las riendas de la nación.

De su lado, Ana García, exprimera dama y esposa del expresidente Juan Orlando Hernández, confía que será la sorpresa de estas primarias.

Con 57 años por cumplir, la esposa del exmandatario Hernández, asegura que éste recobrará su libertad incluso antes que ella sea juramentada como presidenta de Honduras. Promueve los programas de Vida Mejor, una especie de versión 2.0, para desempeñarse como la segunda mujer presidenta de Honduras.

Con una campaña electoral discreta y la inversión de exiguos recursos, según reiteró en varias de sus entrevistas, pretende unir al partido que se fraccionó tras la condena de su esposo en cortes de EEUU por delitos de narcotráfico.

Mientras, el periodista Jorge Zelaya, de 63 años y con carrera en varios periodos en el Congreso hondureño, propone darle vuelta al liderazgo del partido de la estrella solitaria.

Es de los diputados que nunca falta a las sesiones parlamentarias y se jacta de no seguir líneas de partido y votar con base a su conciencia. Se ha quejado que ni sus propios colegas le han abierto los espacios para dar a conocer su oferta política, pero afirma que unirá al nacionalismo.

Finalmente, Roberto Martínez Lozano, un veterano dirigente nacionalista que fue el último en confirmar sus aspiraciones presidenciales, ha denunciado que el partido se encuentra fragmentado y así es difícil recobrar el poder de la nación.

Todos lo recuerdan en su gestión en la ENEE, donde defendió a capa y espada un contrato de 100 megas de energía de la empresa Wesport. Incluso se atrevió a jurar “por los huesos de su madre” que el fallido contrato era conveniente para Honduras.

Datos que valen

De acuerdo al censo electoral, 5 millones 879 mil 639 hondureños están convocados a ejercer el sufragio este domingo en 5 mil 741 centros de votación a nivel nacional.

Están habilitadas 24 mil 858 Juntas Receptoras de Votos (JRV) con 8 mil 258 kits tecnológicos y 24 mil 858 kits biométricos.

Igualmente, para este proceso electoral se imprimieron 34 millones 597 mil 632 papeletas.

Las principales ciudades hondureñas lucen forradas con propaganda política y el fervor se ha desbordado por las calles donde se aprecian vehículos con banderas y afiches de sus precandidatos preferidos.

Asimismo, las cadenas radiales y medios televisivos transmiten minuto a minuto las incidencias de estos comicios electorales al que está abocada la institucionalidad del Estado. PD

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