Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Honduras dejó atrás hace muchos años el rol de país de tránsito y se posicionó como un centro de consumo, hasta escalar al nivel de país productor de drogas y, si bien, la marihuana y la cocaína siguen siendo los narcóticos más demandados, las drogas sintéticas van ganando terreno, como la de moda: el fentanilo.
– El fin del tratado de extradición con los Estados Unidos fortalece a los narcotraficantes, entre ellos a los que se dedican al tráfico de fentanilo ya que ellos podrán operar cada vez más impunes, indican expertos en la lucha antidrogas consultados por Proceso Digital.
– Al ser producida internamente, los distribuidores venden el fentanilo a un precio más accesible en el mercado local, advierte ASJ.
– Experto psicólogo del Hospital Escuela demanda atención a las drogas sintéticas y pide hacer trabajo preventivo intenso.
En este país se han extraditado a los EE. UU. por lo menos siete barones del fentanilo, la mayoría de ellos han distribuido significativas cantidades de esa droga en la Unión Americana, especialmente en California.
Pero las expatriaciones hacia los Estados Unidos de los traficantes de fentanilo ahora enfrentan una nueva barrera ya que la decisión del gobierno de Xiomara Castro de denunciar la extradición fortalece sus operaciones y les permite actuar con mayor impunidad.
También consumo
El fentanilo tiene décadas de haberse creado como una droga para calmar dolores intensos. En los años 50s, según los registros, pero en la actualidad. La facilidad con la que la puedan trasladar y producir, ha generado que sea una droga cada vez más demandada y utilizada en EE. UU.
Esa facilidad “ha permitido que en Honduras comience a ingresar de manera alarmante”, indicó a Proceso Digital, el director de Seguridad y Justicia de ASJ, Nelson Castañeda.
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La alarma es mayor, ya que “las autoridades han manifestado que no solo está ingresando este tipo de droga al país, sino que también se está aprovechando este ingreso para poder producirla y distribuirla a lo interno del país”, dijo Castañeda.
Ciudades con mayor consumo
Este alarmante auge del consumo de fentanilo en Estados Unidos, que también llega a los países de tránsito como Honduras, tiene sus orígenes en la profunda crisis por el consumo de opioides recetados que comenzó a mediados de los años 90.
Según ASJ, a nivel nacional, es en las ciudades con mayor afluencia de personas donde se concentra la mayoría de los consumidores, como Tegucigalpa y San Pedro Sula.
Al listado se unen las zonas turísticas, ya que el ambiente es propicio para los distribuidores como en Islas de la Bahía y La Ceiba, por lo que se considera que la Policía de manera estratégica debe de crear esos análisis y presentar a través de sus diferentes unidades investigativas para la desarticulación de este tipo de redes criminales.
La producción barata, fácil y rápida de drogas sintéticas ha transformado radicalmente muchos mercados de drogas ilícitas, permitiendo que el precio del estupefaciente sea de mayor acceso.
“Si la droga es de fácil elaboración y en Honduras se está produciendo internamente, eso hace los distribuidores la vendan a un precio más accesible, por eso buscan que sean los jóvenes su mayor consumidor”, a diferencia de Estados Unidos, que, al pasar por varios países, el precio aumenta.
La droga zombie
El fentanilo es 100 veces más fuerte que la morfina, una dosis de dos miligramos es capaz de causar la muerte instantánea.
El psicólogo clínico, Jorge Cáceres, del Hospital Escuela, explicó en una entrevista a Proceso Digital que, al ser opioide, el fentanilo es un componente que crea una adicción muy específica que aumenta los niveles de serotonina y dopamina a nivel nasal cerebral.
Con los narcóticos, la estimulación inducida lleva a cambios cerebrales conocidos como neuroadaptaciones, donde se promueve una mayor tolerancia, es decir que se requieren dosis cada vez mayores para lograr los efectos deseados.
Por eso, Cáceres enfatizó en que “es de prestarle detallada atención a este tipo de droga, también hay que hacer bastante trabajo preventivo y llamar y abogar por la prevención a nivel de centros educativos, hacer programas de concienciación”, sugirió.
Una amenaza creciente
Para Estados Unidos el aumento de las muertes por sobredosis con este narcótico sintético ha llevado a la Oficina de la Política Nacional de Control de Drogas (Office of National Drug Control Policy, ONDCP) a emitir una advertencia sobre una «amenaza emergente» para este país norteamericano.
En Honduras, territorio utilizado por narcotraficantes de América del Sur que envían cargamentos de droga, hacia Estados Unidos, las autoridades reportan que al cierre de 2023 la incautación de 493 kilogramos de fentanilo.
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La incautación que data de noviembre del 2023, mediante un operativo en la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC) donde iba los 493 kilogramos de la droga, contabilizando 122 cajas con 4,680 paquetes conteniendo en su interior un total de 48,600 ampollas de fentanilo.
“El fentanilo incautado equivale a 493 mil dosis, suficientes para inundar a Centroamérica”, detalló en esa oportunidad el titular de Seguridad, Gustavo Sánchez, quien agregó que “en el país se necesitan apenas 115 gramos para fines médicos».
Según la revista InSight Crime, que cita a un fiscal Contra el Crimen Organizado en Honduras, en el país se han adelantado investigaciones sobre el desvío de fentanilo de uso médico desde hospitales públicos. “Son los mismos altos funcionarios, los médicos, los que estaban haciendo este desvío [de fentanilo]”.
Los extraditables del fentanilo
Honduras reporta a la fecha siete extradiciones a los Estados Unidos, (Mayer Banegas ; Jorge Alberto Viera Chirinos ; Elmer Bonilla Matute ; Víctor Viera Chirinos; Javier Marín Gonzales; Orbin Velásquez y Erick Raudales), acusados de distribuir fentanilo en ese país del norte del continente, además de un capturado solicitado por EEU.
El pasado viernes (08.11.24) se produjo la captura de un hondureño solicitado en extradición por Estados Unidos por la comisión del tráfico de fentanilo
El extraditable identificado como Santos Gustavo Erazo Licona, es originario del municipio de El Porvenir, Francisco Morazán.
El gobierno de EEUU acusa al extraditable por la comisión del delito de conspiración para poseer y distribuir con intención 400 gramos o más de una mezcla que contenga una cantidad detectable de fentanilo.
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En tanto, los hondureños que ya están en territorio estadounidense, los reportes ubican a estos connacionales como parte de una red de que operó desde enero de 2022, relacionadas a la importación de grandes cantidades de fentanilo.
Hace unos días, justamente tras la captura del hasta la fecha, el último extraditado, Javier Marín Gonzales, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez aseguró que esta era de las últimas solicitudes recibidas con miras a extradición.
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Sánchez dijo que, en la actualidad, trabaja en coordinación con la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y las autoridades estadounidenses para rastrear el destino del dinero usado por los extraditados.
Traficantes hondureños en California
En California, especialmente en San Francisco, las autoridades han puesto en alerta como proliferan en esa ciudad los operadores hondureños del fentanilo, una realidad que los ha llevado a denunciar la alarma que les causa.
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El diario estadounidense The San Francisco Chronicle publicó una investigación de 18 meses en la cual denuncia que migrantes hondureños originarios del Valle de Siria son los dominantes de las plazas de ventas de drogas, especialmente del potente fentanilo e informó que con las ganancias obtenidas financian la construcción de grandes viviendas en los diferentes municipios y aldeas del referido valle.
El diario, uno de los más reputados de la prensa estadounidense, dedicó tiempo y recursos para documentar la historia debido a la profunda tragedia que provoca en varios barrios y lugares demográficos de la ciudad californiano donde la epidemia del fentanilo ha matado a centenas de personas y ha degradado el nivel y calidad de sus comunidades.
San Francisco es considerada una de las ciudades más progresistas de Estados Unidos y una urbe santuario, lo que facilita a los traficantes de drogas ya que las leyes liberales de la ciudad impiden a sus fuerzas policiales colaborar con los agentes de inmigración a fin de deportar a los detenidos que residen ilegalmente en dicha nación.
The Chronicle indicó que los electores, preocupados por los estragos provocados por las ventas de drogas en público, han votado últimamente contra los candidatos progresistas e instalan en los despachos a funcionarios dispuestos a aplicar mano dura de la ley y combatir ferozmente a los grupos criminales que se dedican a la venta de droga.
El trabajo periodístico destaca que cuando son apresados por las fuerzas policiales muchos de los traficantes de drogas hondureños son representados por defensores públicos pagados por el gobierno de la ciudad y que alegan en los tribunales que sus clientes fueron obligados a esa actividad por poderosas organizaciones criminales que los llevaron y por lo cual son víctimas de trata de personas.
El reporte, que consta de varias entregas, se basó en una revisión de archivos policiales, forenses, de los tribunales de justicia, así como entrevistas a funcionarios y agentes actuales y retirados de las agencias encargadas de cumplir la ley, con traficantes de drogas actuales y retirados en San Francisco, así como diversos viajes al valle de Siria para constatar su empuje económico y el auge de los bienes raíces con edificaciones de casas que están lejos del estándar de las comunidades rurales hondureñas.
Los vecinos entrevistados en el Valle de Siria admiten que muchos de sus migrantes se dedican a traficar drogas, ya que otros que también migraron a Estados Unidos y a la ciudad californiana pero que tienen trabajos legales en construcción, agricultura y servicios no han podido levantar sus residencias imponentes, aunque sí señalan que su vida es mejor que con los ingresos provenientes de trabajos en la comunidad hondureña.
Uno de los traficantes admitió al The Chronicle que puede ganar anualmente hasta 350 mil dólares con la venta de drogas en San Francisco y con ello financiar a su familia en Honduras, además de construir sus residencias.
El trabajo del diario The San Francisco Chronicle fue publicado por otros medios influyentes estadounidenses, como la cadena televisiva Fox, entre otros.
Blindaje
A finales de agosto, la presidenta Xiomara Castro pidió eliminar el Tratado de Extradición de narcos a Estados Unidos, una determinación que blinda a los zares del fentanilo.
Varios sectores han expresado su rechazo a la determinación. Para la Iglesia Católica, para el caso, la denuncia del Tratado de Extradición es preocupante, porque al menos este mecanismo generaba esperanza al pueblo hondureño de al menos alcanzar “algún tipo de justicia que aquí no obtendremos, dada la ineficiencia de los órganos de justicia del Estado” señalan en su comunicado los obispos de Honduras.
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Sinergias contra el fentanilo
A mediados del año pasado, Honduras creó la Coalición Nacional en Contra del Uso Indebido de los Precursores y Sustancias Químicas utilizadas para Elaboración de Drogas Sintéticas, especialmente el fentanilo, como amenaza global en el ámbito operacional.
La coalición, que cuenta con el apoyo y asesoría de un grupo de expertos de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de Defensa Nacional de la República de México, está integrada por operadores de justicia, instituciones del Ejecutivo y sociedad civil.
Para los expertos, en esta lucha deben involucrarse además de Seguridad y Salud, otras instituciones para apoyar el esfuerzo contra el avance del fentanilo.
Así, señalan que el Congreso Nacional debe ser parte de esta unión de fuerzas para que mediante propuestas de reforma y distribución de presupuesto contribuyan en el conflicto que surge en el país.
Además, sería valioso que la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) elabore alertas al Ministerio Público de movimientos financieros atípicos, lo que permitiría también la desarticulación de bandas criminales. PD
