Cada hora de los últimos 10 años un menor hondureño fue deportado

Tegucigalpa – De acuerdo cifras oficiales, en la última década 123 mil 45 menores hondureños fueron deportados desde diferentes países como Estados Unidos y México, lo que simplificado revela que en promedio cada día de los últimos diez años 33 menores fueron retornados.

La cifra también revela que en promedio un menor o más fueron deportados a Honduras durante cada hora de la última década.

Lo anterior colige una dura realidad para los infantes que como parte de sus primeras experiencias de vida tienen el haber enfrentado un proceso de deportación.

Es oportuno mencionar que de acuerdo a la política migratoria de cada país, el proceso de deportación es el último recurso después de ingresar de forma irregular.

Las cifras

Cifras de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) publicadas por la Coordinación de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden) en el 2025 han sido deportados 5 mil 530 menores hondureños.

La cifras oficiales dan cuentan que en el 2023 fueron deportados 12 mil 758 infantes hondureños. En el 2022 un total de 15 mil 928 y en el 2021 un total de 12 mil 194.

Entre tanto en el 2020 la estadísticas se cifró en 4 mil 797, en 25 mil 990 en el 2019, 11 mil 713 en el 2018, 4 mil 827 en el 2017 y en el 2016 retornaron a Honduras 10 mil 61 menores.

En el año 2015 la cifra de menores deportados a Honduras cerró en 8 mil 378 y en el 2014 fueron retornados al país centroamericano 10 mil 873 menores.

En total suman 123 mil 45 los menores hondureños deportados en la última década.

Ser niño en Honduras es un peligro

Wilmer Vásquez, director de Coiproden, dijo a Proceso Digital que ser niño en Honduras es un peligro ya que su realidad se enmarca en pobreza que deriva en migración.

Sin embargo, para este defensor de derechos humanos lo más preocupante es lo que hay detrás de cada historia de migración.

Un niño que afronta la ruta migratoria puede ser víctima de explotación sexual, esclavitud forzada y una serie de vejámenes que pueden marcar su vida de forma permanente.

También razonó sobre la escolaridad interrumpida por cada niño que afronta la ruta migratoria lo que suma una serie de retos para el país y para el propio infante una vez es deportado.

La combinación de todos los factores anteriores provoca que ser un niño en Honduras es un verdadero peligro, concluyó.

Sueño frustrado

Las cifras oficiales difieren de las estadísticas que maneja el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), institución que da cuenta que en los últimos 10 años unos 159 mil menores hondureños vieron frustrado su sueño de llegar a otro país huyendo de la violencia o buscando la reunificación familiar.

Alrededor de 159 mil 219 niños y niñas vieron frustrado su “sueño americano”  entre el 2014 y marzo del 2024, luego que fueran deportados y retornados a Honduras por diferentes  puntos fronterizos  aéreos y terrestres del país, según el Conadeh.

En ese contexto, el Conadeh consideró que la migración es un problema de dimensiones considerables para Honduras que  está afectando principalmente a las niñas y niños, tomando en cuenta que muchas veces sus padres emigran a otros países y los dejan bajo el cuidado  de otros familiares o personas conocidas.

En Honduras, persisten una serie de causas que generan la migración  de personas, principalmente hacia el Norte de América, como es la inseguridad, la pobreza, el desempleo, corrupción, impunidad, limitación al acceso de los servicios públicos de salud, educación, agua y saneamiento, vivienda y alimentación, concluyó el Conadeh. (RO)

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