Tegucigalpa. – Dado que en la actualidad existe una gran efervescencia en las filas del Partido Liberal de Honduras, es oportuno examinar lo relativo a la modalidad de ‘liberalismo’ que se practica en este país, sin referirse a los anales históricos que le dieron origen a dicha organización partidaria, y centrándose más bien en sus concepciones ideológicas particulares.
Empezaré aclarando que en Honduras no se ha practicado un ‘liberalismo clásico” similar al originado en Europa, cuyo postulado central es la libertad del ser humano, que propugna por “una sociedad libre, donde el individuo pudiera desarrollar sus capacidades individuales y disfrutar de libertad en los ámbitos político, religioso y económico” (IA Copilot).
Dos grandes pensadores europeos definen el liberalismo clásico de la forma siguiente: “Para Ludwig von Mises, el liberalismo es una filosofía política y económica basada en la libertad individual y en la propiedad privada como elementos esenciales para el desarrollo de una sociedad próspera y pacífica. En su obra «Liberalismo», Mises sostiene que el liberalismo clásico promueve un sistema de libre mercado donde las decisiones económicas son tomadas por individuos y no por el Estado. La intervención estatal, según Mises, debería ser mínima, limitada a la protección de los derechos individuales y la defensa de la paz” (IA ChatGPT).
“Friedrich August von Hayek también es un defensor del liberalismo clásico, aunque su enfoque se centra más en la importancia del orden espontáneo y la información dispersa en la economía. En su obra «Camino de servidumbre», Hayek argumenta que la planificación centralizada y la intervención estatal conducen inevitablemente a la pérdida de libertad individual y al totalitarismo. Para Hayek, el liberalismo es la doctrina que aboga por un marco legal que permita la libre interacción de los individuos en el mercado, respetando los derechos de propiedad y garantizando la libertad económica” (IA ChatGPT).
En Latinoamérica en general y en Honduras en particular, el liberalismo que se ha puesto en vigor se asemeja más a los postulados ‘socialdemócratas’, los cuales suponen “un compromiso con la democracia representativa, medidas para la redistribución del ingreso y regulación de la economía en las disposiciones de interés general y estado de bienestar” (es.wikipedia.org).
Me inclino a pensar que en la historia política Latinoamericana, los argentinos se han aproximado en mayor grado a respetar las ideas del liberalismo clásico, tal como lo atestigua Alberto Benegas Lynch (h).
“Alberto Benegas Lynch (h), economista y filósofo argentino, es un exponente contemporáneo del liberalismo clásico, influenciado por autores como Mises y Hayek. Para Benegas Lynch, el liberalismo se fundamenta en la idea de que la libertad es un valor supremo que debe ser protegido por un Estado limitado, cuyo único propósito es garantizar la justicia, la defensa y la seguridad. Según Benegas Lynch, la propiedad privada y el libre mercado son esenciales para el desarrollo económico y social, y cualquier intervención estatal que vaya más allá de estas funciones es vista como una amenaza a la libertad individual” (IA ChatGPT).
Benegas Lynch define el concepto que nos ocupa como sigue: “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho de la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de la intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social” (Marcelo Duclos, Segunda parte del libro Milei, p. 183).
En la definición anterior destaca el rechazo a la intervención estatal, la libre competencia y la defensa de la propiedad privada y de los mercados libres, algo que en alguna medida está ausente en el liberalismo criollo.
Para comprobar si la tesis del alejamiento del liberalismo hondureño del liberalismo clásico tiene alguna validez, resulta imprescindible analizar los documentos divulgados por esa organización partidaria nacional.
En la “Declaración de Principios” del Partido Liberal de Honduras, se plasman ideas como las siguientes:
- “En el ejercicio de los derechos de las personas No sufrirá más invitaciones [limitaciones] que las impuestas por la ley, derivada del respeto a los derechos de los demás, de la igualdad, de la solidaridad y de las necesidades de la convivencia social”(Segundo principio).
- “Se postula cómo principio fundamental la inclusión social y, por ende, se reconoce el crecimiento económico con equidad social cómo regla que debe regir la economía nacional y debe presidir el ejercicio de las libertades económicas de iniciativa, de inversión; de comercio, de competitividad, de contratación y de empresa, de modo que la producción económica responda los conceptos de desarrollo sostenible, asegurando la distribución equitativa de la riqueza” (Sexto principio).
- “Los hombres y las mujeres deben gozar de igualdad de oportunidades en el ejercicio de los derechos políticos, en la función pública, en el acceso al trabajo productivo digno y en la generación y distribución de riqueza. Asimismo, gozan de igualdad en el tratamiento social y en el disfrute de los servicios públicos” (Octavo principio).
- “La democratización interna mediante la participación amplia de todos los miembros y simpatizantes es principio rector del partido, por lo que condena prácticas negativas cómo la acumulación de cargos, el nepotismo, los privilegios de grupos, la reelección y establece la separación del partido del Gobierno y del Estado” (Décimo tercero principio).
Paralelamente, en el documento titulado “Funciones [del] Partido Liberal de Honduras”, destacan objetivos partidarios como los siguientes:
- “Buscar la erradicación de la pobreza para [que] los habitantes de Honduras tengan acceso a los beneficios del desarrollo económico, social y cultural” (Objetivo 3).
- “Construir una sociedad participativa, donde existan oportunidades en condiciones de equidad, para todos los habitantes de Honduras, especialmente de los sectores vulnerables” (Objetivo 4).
- “Fortalecer y desarrollar la democracia en todos los órdenes de la vida, la participación ciudadana, la descentralización y el fortalecimiento municipal” (Objetivo 5).
- “Crear condiciones para desarrollar la producción, la productividad, la libertad de contratación, la ciencia, la tecnología y el libre comercio, propiciando una adecuada y justa distribución del ingreso y de la riqueza nacional” (Objetivo 9).
Como se puede apreciar de todo lo anterior, el liberalismo en Honduras está ás cerca de los planteamientos ‘socialdemócratas’ que de los asumidos por el ‘liberalismo clásico’, especialmente porque abraza los principios de inclusión social, justicia social, cierto intervencionismo estatal, la erradicación de la pobreza y la justa distribución del ingreso y la riqueza nacional.
De esa manera, en la Declaración de Principios y en los objetivos del Partido Liberal las ideas del liberalismo clásico no están claramente expresadas, por lo cual planteamos que sus ideas básicas se han distanciado de lo que pregona el liberalismo original.
Resumiendo, los hondureños han asumido un liberalismo reformado y adaptado a la realidad nacional, tal como lo resume una inteligencia artificial: “Mientras el liberalismo clásico aboga por un Estado mínimo y la máxima libertad económica y personal, el liberalismo del Partido Liberal de Honduras ha sido más flexible, incorporando elementos de intervención estatal y justicia social para adaptarse a las circunstancias y necesidades del país” (IA ChatGPT).