Tegucigalpa – De los 2.5 millones de niños y niñas que hay en el país, un millón trabajan en condiciones de riesgo, dijo el subdirector del Instituto Nacional de Estadística (INE), Horacio Lobo.
«Ese trabajo hay que atacarlo», declaró Lobo, señalando que el mayor grupo afectado son adolescentes de 15 a 17 años, quienes deberían trabajar solo con un permiso, una norma que rara vez se cumple.
Esta revelación se basó en la primera Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, una iniciativa especializada que ofrece una visión más detallada del problema.
Anteriormente, se estimaba que entre 300,000 y 400,000 niños trabajaban en actividades económicas. Sin embargo, la nueva encuesta incluye otros tipos de trabajo que también representan riesgos, como las labores domésticas en sus hogares, en jornadas extensas con utensilios cortopunzantes, o que esas actividades interfieran con la educación.
Aunque el dato es alto, Lobo subrayó que no es directamente comparable con las mediciones de la Encuesta de Hogares.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la prevalencia del trabajo infantil en América Latina ronda el 44 %, mientras en el país dio un 40 %.
Reconoció que “es un dato alto, pero no estamos tan mal como en otros países y hay mucho trabajo por hacer, necesitamos un trabajo de concienciación», explicó.
Lobo enfatizó que no se trata de prohibir que los niños realicen tareas en el hogar, sino de asegurar que estas no los pongan en riesgo ni interfieran con su educación. «En el hogar pueden ayudar en trabajos domésticos sin que ello signifique ponerlos en riesgo o que abandonen la escuela».
La presentación de la encuesta se realizó en el marco del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, y es una herramienta que seguirá aportando datos para un mejor manejo del tema, concluyó el funcionario. LB
