Mano a mano periodístico
Por Jacobo Goldstein (JG) y Alberto García Marrder (AGM)
Especial para Proceso Digital, La Tribuna, El País y Contexto
AGM: El reciente (y leve) ataque israelí a la base iraní, donde se acelera el programa nuclear de los Ayatolas tiene un mensaje muy claro: sabemos cómo llegar a esas instalaciones y las podemos hacer volar si nos siguen provocando.
JG: Estoy contigo, es correcto que tratemos como advertencia el ataque a Irán después de que ese país había lanzado desde su territorio más de 300 drones y cohetes que afortunadamente fueron derribados el 99% y no hubo un solo muerto debido a ese ataque aéreo.
AGM: Jacobo: La situación en Oriente Próximo es muy delicada. Y te la resumo: Teherán quiere vengarse de la humillante derrota de sus 300 misiles y drones lanzados contra Israel a principios de abril e interceptados el 99 por ciento, y habla de una arma “jamás usada” … por su capacidad nuclear desde luego, y aún en desarrollo. Para eso, me hago eco de lo que escribe Alexia Columba, en el diario ABC de Madrid con la que coincido:
“Después de ver cómo trescientos drones y misiles iraníes trataban de invadir el cielo israelí, la amenaza nuclear está sobre la mesa. La carrera atómica en Oriente Próximo, en especial los avances de Irán en este terreno, siempre se ha visto como un escenario catastrófico que genera gran recelo en Occidente. Y ahora el país persa, habituado a presionar a Israel a través de terceros, ya está usando esta baza diplomática a su favor en una zona que ya es de por sí un polvorín. “
JG: El castigo de parte de Israel lo tiene que tomar muy en serio Irán y debe dejar de atacar a Israel o atenerse a una enorme represalia. Lo que nadie quiere es una guerra nuclear que puede regarse por el mundo entero. En resumidas cuentas, la situación en estos momentos está que arde y llena de peligro.
AGM: En pocas palabras, Jacobo, en menos de unas cuantas semanas, Irán estará listo para tener una bomba atómica, ya que está enriqueciendo uranio de una forma acelerada. Yo diría que está en un 75 por ciento. Israel está más avanzado en esa capacidad, pero lo mantiene en secreto.
JG: En el pasado, Irán ha usado a toda una serie de grupos terroristas para atacar a Israel y a los israelitas a como dé lugar. Afortunadamente, el ataque aéreo de ellos le salió un tiro en la culata. Pero Irán no se quedará sentado así nomás y hay que volar ojo y estar muy pendientes de las acciones que ellos tomen. Me late que Israel ya tiene una bomba atómica, aunque no lo han anunciado. Irán aún está trabajando en eso. Irán está apresurando terminar de crear bombas nucleares.
AGM: Esta situación repercute, por supuesto, en Washington. El presidente, Joe Biden, insiste a Israel que se evite una escalada del conflicto, agobiado por problemas internos. Como las protestas en las universidades liberales del país, donde los estudiantes protestan por las “atrocidades” de Israel en Gaza. Y por el hecho que quiere evitar perder el voto de los jóvenes en las próximas elecciones presidenciales de noviembre, donde su seguro rival, Donald Trump, insiste que esto no pasaría, si él fuera el presidente. Una exageración propagandista más del ex presidente republicano.
JG: También comparto tu tesis de lo que está pasando en las universidades estadounidenses jugarán un papel importantísimo en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Estados Unidos sigue empeñado en encontrar una salida pacífica a la crisis del Medio Oriente que incluiría el rescate de los secuestrados y ataques a Hamas que no causen más muertes de gente inocente en Gaza. Joe Biden lleva tiempo buscando reconquistar el voto Hispano y el voto afroamericano que pareciera que buena parte de ellos se le está escapando. Y ahora tiene otro grupo estadounidense de personas con ascendencia árabe o palestina en estados claves tales como Wisconsin e Illinois enojados con su gobierno. Y también a lo largo del país, jóvenes de 18 años para arriba que están yendo a las escuelas preparatorias y en las universidades están creando marchas y campamentos a diestra y siniestra declarándose a favor de los palestinos y de Hamas y en contra del gobierno americano y del gobierno de Israel.
Yo llevo 53 años viviendo en Estados Unidos. He visto manifestaciones masivas como en el caso de la Guerra de Vietnam, pero nunca había visto a universitarios que acompañados de personas que se han infiltrado, están creando disturbios. Cancelación de graduaciones, cambios de horario y estudiantes judíos a los que se les sugiere que no vayan a clases si no van bien acompañados.
La palabra antisemitismo es parte de su vocabulario. Hemos llegado al grado de que el presidente de La Cámara de Representantes de EUA, el republicano Mike Johnson, se presentó ante los estudiantes de la respetada institución Universidad de Columbia en Nueva York, y fue abucheado. Y no se le hizo caso alguno cuando él pedía que las cosas se llevaran a cabo en una forma democrática y respetando la religión y la seguridad de los estudiantes.