Tegucigalpa (Proceso Digital) – Es urgente un plan para salvar la caficultura, crear líneas de créditos especiales, con redescuentos, para poder mantener la producción que ha venido en picada en los últimos años, dijo el productor y exportador Emilio Medina.
Las condiciones de mercado, sumado a los fenómenos naturales y la migración han deprimido la caficultura que cada vez produce menos en el país, debido a las condiciones precarias en que operan los caficultores.
“Es un problema de país” dijo Medina al referir la caída en las exportaciones en más de 500 mil sacos en lo que va de la actual cosecha.
En enero de este año los ingresos por exportaciones de café hondureño cayeron en 8% en relación con el mismo periodo del 2023, sostuvo Medina.
Sí la involución de la caficultura se mantiene, el país perderá al menos 200 millones de lempiras más que en el periodo anterior.
Recordó que en 2025 Europa aplicará nuevas regulaciones en las exportaciones de determinados productos entre ellos el café, y que el gobierno y las gremiales junto al Instituto Hondureño del Café deben prepararse para atender la situación y poder competir con las buenas prácticas y políticas integrales.
Estados Unidos, Bélgica, Alemania y Finlandia son los principales adquisidores del café hondureño con más del 60% de la producción exportable.
El café sigue siendo un producto que además de generar equilibrio social en Honduras, es el primer producto nacional en generar divisas.
Unas 120 mil familias hondureñas son caficultores y más del 90% de ellas cultivan parcelas con extensiones menores a las 10 manzanas. (PD)
