Limitados ingresos no permiten a hondureños cubrir necesidades básicas

Tegucigalpa (Por Lilian Ester Bonilla) – La mayoría de los hogares hondureños no obtienen los ingresos suficientes, para cubrir sus necesidades básicas y esto se explica cuando se conocen las cifras de cuánto es lo que está percibiendo la mayoría de la población y es un ingreso que no supera los 5 mil lempiras, entonces la pregunta es ¿Cómo se sobrevive con un ingreso tan bajo?

Según los resultados de la LXXVI Encuesta permanente de hogares de propósitos múltiples del INE, al primer trimestre marzo 2023 – Con base en un total de 263,199 hogares, el ingreso per cápita a nivel nacional, es de 4,559.00 lempiras por mes- En el mismo resumen se establece que debe notarse que en el área urbana, el ingreso percibido es dos veces mayor que en el área rural (L. 5,403.00 y L. 3,435.00 al mes respectivamente).

Pero la situación se ve más grave cuando el INE, explica que existe una marcada diferencia entre el 20 % de los hogares con menos ingresos y el 20 % de los hogares con mayores ingresos. Los primeros perciben un ingreso per cápita de apenas 559.00, mientras que los segundos perciben 13,286.00 al mes.

De acuerdo con información del portal Living Cost, el costo de vida en Honduras para sustentar las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y transporte, entre otras, se calcula en 798 dólares, es decir unos 19,900 lempiras. Cabe mencionar que el portal aclara que el cálculo lo hace viviendo con lo básico sin lujos más allá de lo necesario para una vida digna. Como se puede ver el ingreso per cápita del país, no se acerca a esa cantidad y el salario mínimo tampoco, por lo que es fácil concluir que las necesidades básicas están descubiertas en los hogares de Honduras.

(LEER) Nuevo año, nuevos “trancazos” para hondureños

La realidad es asfixiante

El economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Mario Palma, analizó que los valores del ingreso promedio y el salario mínimo sirven de referencia, para ver los valores que reciben los hondureños y cuanto es lo que necesitan para cubrir sus necesidades y entre estos valores hay una terrible brecha.

Al tema de un bajo ingreso, hay que sumar el problema de desempleo que son indicadores sumamente altos para el país. Cubrir las necesidades de la canasta básica es un desafío porque hay un desfase entre los ingresos y el costo.

Según un estudio del Cohep, el principal desafío de Honduras sigue siendo el empleo. Los datos más recientes indican que hay 2.4 millones de hondureños con problemas de empleo, esto representa el 62% de la fuerza de trabajo.

(LEER) El cambio prometido, claman hondureños para el 2024

En entrevista con Proceso Digital, explicó que por ejemplo si se mira el acceso a la canasta de alimentos y los datos de inflación que presenta el Banco Central de Honduras (BCH), la inflación interanual es 6.13 y la acumulada hasta septiembre era de 7.63, “pero, por ejemplo, este año en la Ley del Salario Mínimo, el aumento es exactamente el mismo monto que reportó el BCH, como inflación interanual para el 2022, que es de 9.8”; con ello se podría decir que al menos se salvaguarda el poder adquisitivo.

No obstante, el tema es ¿que si ese ingreso es lo suficiente como para garantizar un acceso adecuado a una canasta de bienes y servicios? “pero si yo miro un ingreso de 4, 500 lempiras como un ingreso promedio para los hondureños, obviamente a cualquier luz de análisis va a ser un ingreso insuficiente”, reflexionó.

La población no tiene la capacidad adquisitiva para suplir ni la canasta básica, menos otros bienes y servicios, al analizar datos oficiales que publica la Secretaría de Desarrollo Económico de los precios en las ferias que denominan Precios de la Canasta Básica Alimentaria, solo de septiembre a octubre en temas de precios la variación es hacia el alza de un 16 %.

El economista Palma concluyó que el Fosdeh, “si nosotros ya analizamos el comportamiento de la canasta básica entonces miramos que el acceso a los alimentos se convierte en un desafío, porque a nuestro juicio para el caso una variación de un 16 % es bastante considerable”.

Luto por empleos

Al inicio de este 2024, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), izó una bandera negra en señal de luto por la pérdida de empleos en el país.

El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, reveló que en 12 meses (2023) apenas se crearon 77 nuevos empleos formales netos (entre los que se crean y se pierden).

“La falta de empleo se debe a la falta de confianza para generar inversión, principalmente en sectores productivos primarios (agricultura, construcción y manufactura)”, arguyó Facussé.

La información fue respondida por el vicecanciller, Gerardo Torres, quien calificó la cifra -de 77 empleos- como ridícula.

“77 empleos… ¿en serio? Sólo con la apertura de una de las tantas tiendas que han abierto sucursales a nivel nacional hay más que esa ridícula cifra, con la reactivación agrícola en un municipio, en una de las muchas de las carreteras… parece mentira estar en esta discusión”, contestó.

De su lado, el economista Julio Raudales ironizó que la bandera negra izada en las últimas horas en el Cohep implica que el país está en un luto debido a la decepción que provoca que no haya posibilidades de un diálogo abierto entre el sector privado y el público para generar empleo en el país.

Asistió que debe haber libertad, “entender que los seres humanos tenemos posibilidad de salir adelante si nos dejan actuar con libertad y si se nos dan las condiciones adecuadas para que los costos de administración y de producción sean los más bajos posibles”.

Raudales aseguró que el sector privado incluye a los trabajadores ya que no solo se trata de la empresa y el inversionista, sino que de los hondureños que día a día tratan de mejorar su bienestar mediante el factor trabajo.

La informalidad se extiende en Honduras.

Atender prioridades

Uno lucha cada día para comprar con lo poquito que se gana, el sueldo ya no ajusta hay que comprar cada día menos e ir quitando de lo que se come cosas si se come huevo, no se come queso y así, dijo doña Julia Núñez, entrevistada en una pulpería de una colonia capitalina.

Fíjese que uno ahora deja de comprar muchas cosas y se anda limitando de todo porque solo ajusta para lo indispensable como le digo sin andar comprando carne, mucho menos cosas como pescado, a veces una bolsita de jamón o una librita de pollo; y si hay que comprar una medicina peor no hay de donde sacar, pero hay gente que está peor y hay que conformarse, reflexionó.

Don Marvin Mejía, emprendedor que vende lácteos en su vehículo, entrevistado por Proceso Digital, expresó, dando gracias comemos, aquí viene la gente a comprar cada vez menos producto, yo ahora pido casi la mitad de lo que estaba pidiendo hace unos años antes de la pandemia, relató “mire la gente se vive quejando de que no hay pisto y muchos se han quedado sin trabajo, entonces lo que hacen es irse mojados para los Estados (EEUU), aquí me cuentan los clientes y a veces a uno también le dan ganas de agarrar camino porque lo que se vende es solo para medio pasar” .

Organismos de protección al consumidor confirman lo que dicen los hondureños, ya que en los monitoreos que se realizan se comprueba que los precios se mantienen al alza y la población cada día va perdiendo el poder adquisitivo y solo le queda priorizar entre lo que ya es prioritario.

La canasta básica cada vez sube más de precio, mientras los salarios no aumentan en igual proporción.

Desaliento y frustración

Los índices de pobreza en Honduras se han mantenido niveles elevados las últimas décadas, con variaciones apenas mínimas, según estimaciones oficiales y de distintos organismos, más del 52 % de la población vive en la pobreza y más del 32 % en pobreza extrema.

Datos del Banco Mundial apuntan que Honduras sigue siendo uno de los países más pobres y desiguales de la región. Sin embargo, revela que algunos factores como el envío de remesas, ha contribuido y el nivel de pobreza disminuyó al 52.4 % en 2022. 

El no poder cubrir las necesidades básicas y no ajustar ni siquiera para la canasta básica de alimentos ha incrementado en el país el riesgo de necesidad alimentaria, Según el Panorama de Necesidades Humanitarias 2023, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente existen alrededor de 3,2 millones de personas con necesidades humanitarias en el país. El organismo añade que hay varios factores, entre los que menciona, el aumento de la inflación y de los precios de los alimentos que ha puesto a prueba el poder adquisitivo de los hogares de bajos ingresos, limitando su acceso a alimentos básicos.

Por su parte, la Asociación de Organismos No Gubernamentales (Asonog), informó que unos 2.6 millones de la población de Honduras sufren de inseguridad alimentaria, el director del organismo en mención José Ramón Ávila, subrayó que Honduras sufre una crisis que se exacerba más producto de la pobreza, el cambio climático y la falta de oportunidades en los territorios.

LEER: Migración, presión social y descontento, escenarios de riesgo para Honduras

La pobreza se agudiza en el país.

Tristes derivaciones

En Honduras son muchos los hogares en pobreza que no logran, los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas y eso trae otra serie de consecuencias sociales apuntan expertos consultados como el infraconsumo, la desnutrición, bajos niveles de educación, malas condiciones sanitarias, falta de viviendas dignas y estigmatización que no permite la inserción al aparato productivo y eso lleva a altos niveles de migración.

Los psiquiatras y psicólogos también atribuyen muchos problemas de salud mental a los altos niveles de pobreza y falta de oportunidades, el director del Hospital Santa Rosita, Josué Cáceres, confirmó a Proceso Digital que muchos casos de desaliento, depresión y otras patologías, se derivan de la crisis económica y social.

Según el padre de la Psicología Humanista, Abraham Maslow, la satisfacción de las necesidades y las motivaciones ligadas a ellas son el impulso o dinamismo que conduce a los individuos a desarrollar su personalidad, en los diversos ámbitos de la vida; al tiempo que consideró cuatro categorías para las principales necesidades básicas: acceso a una vivienda que asegure un estándar mínimo de habitabilidad para el hogar, acceso a servicios básicos que aseguren un nivel sanitario adecuado, acceso a educación básica y capacidad económica para alcanzar niveles mínimos de consumo.

En vista de un ingreso promedio tan bajo muchos sencillamente no se pueden permitir un mínimo de gastos porque apenas les ajusta para la comida, dejando descubiertos otras necesidades básicas como vivienda, salud y educación, no digamos ropa y otros que llegan a ser un lujo. LB

spot_img
spot_img

Noticias recientes

spot_img
spot_imgspot_img