Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – El 2023 marcó a nivel global una transformación sin parangón para la humanidad, la Inteligencia Artificial (IA), se erige como la fuerza motriz que representa una realidad paralela. La IA y su constante revolución es un desafío capaz de generar incertidumbre entre los gigantes de la tecnología, pero más allá de ellos, entre los líderes del mundo que no saben a ciencia cierta como encararán su influencia creciente.
La revolución de la IA que comenzó generando facilidades y espacios cómodos en creaciones populares como los chats inteligentes, entre ellos el GPT, ahora se erige en muchas disciplinas como la medicina, la ingeniería y hasta en la economía, rompiendo barreras que le hacen casi sustituta de los humanos.
De hecho, en 2023 la humanidad ha sido testigo de cómo la IA ha sido adoptada como un espacio de fábula en la interacción con las personas, de formas que antes eran inimaginables.
Pero los avances de la Inteligencia Artificial y su integración en la rutina diaria, hacen que surjan cuestionamientos y desafíos éticos que incluyen la privacidad y el derecho que a ella tienen las personas. Así, la gestión de datos, los espacios en los que se adoptan políticas o determinaciones de forma automática hacen que se planteen dudas y que se cuestionen los límites de la IA.
Honduras, brecha digital e IA
Honduras, con una brecha digital, que muestra si bien un alto uso de Internet y particularmente de redes sociales, en la mayoría de los casos para ocio y manipulaciones políticas y donde más de ocho millones de conexiones móviles muestran que es una población que usa un teléfono inteligente, cerca del 76% de la población, de acuerdo a cifras oficiales vinculadas a datos de las telefónicas.
Lo cierto es que la educación mediática y por tanto las competencias digitales en el país son muy bajas y poderosamente ausentes en el sector formal de la academia.
El Estudio “Competencias Digitales de los Hondureños” elaborado por Honduras Verifica, señala que la competencia de Procesamiento de la Información es la más baja, con 2.7 en una escala de 5 puntos. Lo anterior significa que el reto para entender y trabajar con la IA será mucho más complicado para los hondureños.
El marco líder de Competencia Digital de la Comisión Europea, a través del Joint Research Center (JRC), destaca 5 competencias digitales que una persona debe poseer actualmente: procesamiento de información, comunicación, creación de contenido, seguridad y solución de problemas.
El procesamiento de la información es la competencia más relevante para los ciudadanos que navegan por el ciberespacio. Si un usuario no sabe procesar la información a la que accede, los riesgos son más grandes.
Casos muy puntuales sobre el impacto de una baja competencia en el procesamiento de la información, es el alto espacio y viralización de las fake news o la desinformación.
Este país, de acuerdo con un reporte de la organización Cable.co.uk, tiene el segundo precio más alto por gigabyte de banda ancha. Formalmente la brecha histórica de acceso a Internet se cierra poco a poco y la cifra de hondureños que tiene acceso a la red superó los 6.4 millones de personas hasta principios de 2023, cuando la penetración de Internet se situó en el 61.3%. Para ese momento el país dio lugar a 4.39 millones de usuarios de redes sociales lo que equivale al 41.8% de la población total, dice Honduras Verifica en base a un estudio de Data Reportal.
La tasa de penetración de Internet en Honduras se situó en 61.3%de la población total. En este periodo los usuarios aumentaron en 769 mil (13.6%), entre 2022 y 2023.
En tanto, datos de Oakland revelan que la velocidad media de la conexión a Internet móvil en Honduras aumentó 4.76Mbps (+26.5%), en los 12 meses anteriores a principios de 2023.
La misma fuente revela que las velocidades de conexión fija a Internet en Honduras aumentaron en 7.72 Mbps (+35.6%), durante el mismo periodo.
Estas cifras parecen hacer que Honduras esté un tanto distante de los efectos de la IA, pero esto no es del todo cierto ya que gran parte de las interacciones y los espacios que gana la Inteligencia Artificial van ligados a trabajos que por su simplicidad pueden sustituir, inicialmente, la mano de obra no muy elaborada y con responsabilidades que pueden ser automatizadas, tales como los centros de llamadas (call center), entre otros quehaceres en los que se desempeñan especialmente los jóvenes hondureños que ven lejanas la oportunidades laborales en un país con una tasa de desempleo de 7.4%.
Igualmente, en Honduras, estas cuestiones no cuentan con normativa alguna en torno a salvaguardar los derechos individuales en un entorno cada vez más automatizado. Sin duda, los expertos cuestionan la inacción estatal vinculada a la temática, especialmente en lo relativo a puestos de trabajo y las líneas éticas que ello implica.
En esta nueva realidad y con los vertiginosos avances y transformaciones de la IA, vale la pena preguntarse, – ¿cuál es el futuro de los empleos en Honduras?
Capacitar a las nuevas generaciones y enfrentar los desafíos de la IA que den paso a una metamorfosis para reconvertir los trabajos posibles, representan señales claras en el país, externaron conocedores del tema y que hacen esfuerzos para poner su grano de arena y hacer frente al desafío educativo.
El primer paso es educar mediáticamente a los hondureños, fortalecer esa primera competencia digital de procesar de manera adecuada la información que consumen a través del ciberespacio y de esa forma potenciar la mejor toma de decisiones y el uso correcto y provechoso de la tecnología, en este caso de la IA.
Uno de esos esfuerzos, lo realiza el profesor Armando Euceda, director de Posgrados de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quien tiene claro que la academia juega un papel fundamental para hacer frente a los desafíos de la IA en Honduras y en ese sentido sus reflexiones y acciones van desde la relación con la tecnología y el conocimiento en un mundo cada vez más digital hasta la realización práctica de conferencias, congresos y capacitaciones dentro de la comunidad universitaria.
Sectores cruciales como la salud, la educación y la agricultura plantean también grandes desafíos en la región y en particular en Honduras, donde la IA puede facilitar procesos que pongan un alto a la inequidad en el acceso a estos servicios con calidad, sin dejar de lado la educación especializada. Todos estos puntos deben ser un reto que la academia, tanto desde la UNAH, como desde el inactivo Consejo Nacional de Educación aborden ya.
Así, de cara al 2024 y después del parteaguas marcado el 2023, Honduras enfrenta el desafío de abrazar la Inteligencia Artificial incorporando a todos los sectores de la sociedad, de forma incluyente, por un desarrollo sostenible y transversal que se refleje en la economía, los empleos, la educación y que conlleve a atender los dilemas éticos y tecnológicos para dar paso a la prosperidad. (PD)