Narcoactividad y narcopolítica y su legado de violencia en Honduras

Por: Ricardo Puerta

Tegucigalpa.– La narcoactividad incluye una o varias de las actividades relacionadas con el cultivo, procesamiento, distribución y venta ilícita de drogas y de sustancias restringidas.

Por las raíces de la narcoactividad en Honduras, surge un hecho que se volvió un hito en los procesos de investigación criminal –acontecido en la década de los setentas: el asesinato de los esposos Mario y Mary Ferrari dedicados a comerciantes, pero que  eran además traficantes de armas, esmeraldas y drogas, mayormente cocaína, en sociedad con el reconocido narcotraficante Ramón Matta Ballesteros:https://histounahblog.wordpress.com/genesis-de-la-narcoactividad-en-honduras/

En esos años, Matta era ya un reconocido  narcotraficante –que desde España, Colombia y Honduras–   movía internacionalmente toneladas de drogas (cocaína con preferencia). Y aunque aquí en Honduras, Ramón siempre ha sido el más visible de su clan familiar, lo cierto es que también su hermano — José Nelson Matta Ballesteros–  ha sido considerado uno de los principales narcotraficantes en España, país en donde se han desarrollado sendas investigaciones que resultaron en sentencias para los miembros del cartel al que ambos pertenecieron.

Si nos apegamos a la narcoactividad en estricto sentido, como concepto operativo es sin duda insuficiente  para incluir todas las actividades ilegales por las cuales estos hondureños fueron señalados. Por eso,  más bien diríamos que para ellos, el término de “estructura del crimen organizado” sería el más apropiado. Pues las sentencias judiciales de los hermanos Matta Ballesteros evidenciaron lavado de activos,  cometiendo en una amplia variedad de actos criminales.

En base a las numerosas publicaciones e investigaciones – hoy públicas, –de origen españolas, estadounidenses, colombianas, panameñas, mexicanas, hondureñas, y nicaragüenses– es que podemos entender –en alcance y profundidad–  cómo y cuáles han sido las múltiples raíces de la narcoactividad en Honduras y quienes fueron sus actores protagónicos.

Como hecho histórico el mismo creció de pronto en el contexto, sin darnos cuenta– y a niveles inimaginables. Llegando incluso  a sustituir en funciones cotidianas de orden y seguridad, y hasta el de deuda externa,  al mismísimo estado hondureño. En otros casos, controlando ocasional e indirectamente y a distancia,  por secuestro, soborno, chantaje  y la compra de voluntades a cuanto funcionario, autoridad y político se atravesaba en el camino.

Pero ahí “no para la cosa”. Para quienes se resistían a vender sus conciencias a la invitación delictiva , la extorsión, el sicariato y la masacre (u homicidios múltiples) – con base en la narcoactividad— pronto les haría cambiar de opinión y  moral – entrando de lleno al lucrativvo mercado de la droga, lavado de dinero y  delitos asociados. Esto ha sucedido sin que ni siquiera los afectados, amigos y parientes,  lleguen a explicárselo.

Las sentencias judiciales de algunos de estos casos arrojan evidencia de los modos actuales de operar por la narcoactividad, tan complejos y modernos como inimaginables. Aquí siguen ejemplos: equipos y tecnologías de punta en sus operaciones diarias, sofisticados sistemas de mercadeo transnacional, inversiones financieras, complicados sistemas de transacciones bancarias internacionales, solo por mencionar algunas de las “innovaciones” que ya manejan.

Mientras eso sucede en niveles de alta operatividad, como oportunamente señala la periodista Thelma Mejía,  el hondureño común se auxilia de otra tecnología más tradicional para saber si en su vecindario hay o no narcoactividad. Simplemente, eso “lo sabe cuando de pronto aparece  en el barrio un nuevo rico”,  mientras el país sigue inmerso en la crisis”.

https://histounahblog.wordpress.com/genesis-de-la-narcoactividad-en-honduras/

Por lo antes planteado, ya podemos analizar la narcopolítica,  que en pocas palabras es la mezcla de la narcoactividad con la política interna y externa del país. Afecta a  actores, socios, aliados, organizaciones, fortunas, terrenos, edificios, artículos de lujos y llamativos carros — todos logrados por el negocio ilícito de la droga y sus aliados (maras, pandillas y delincuencia común).

A ellos se les pegan otros “personajes” que ya pasaron por “estas experiencias, pero que todavía hoy esperan algo de los “padrinos que tuvieron en el pasado” –a niveles locales, municipales, departamentales o nacionales.

Información como  mencionada  hasta ahora es conocida públicamente desde que por primera vez fue divulgada por las Cortes de Nueva York y Florida.

Otro hito dentro de este tema de la narcopolítica ocurrió entre 1982 y 1987, cuando el Gobierno hondureño “en su lucha contra el comunismo”, se alineó de lleno con la política estadounidense de la Guerra Fría –incluyendo actividades — legales e ilegales–  que llegaban nacional y regionalmente hasta  México, Panamá (régimen del General/Narcodictador Manuel Antonio Noriega) y Colombia (Pablo Escobar Gaviria, “el capo de los capos”).

Para cumplir con el alineamiento político de la época, Honduras pasó a ser la principal base de apoyo a la Contra nicaragüense, una guerrilla irregular financiada por Estados Unidos, que luchaba en Nicaragua para derrocar al régimen Sandinista, en el poder desde 1979. Hechos que salieron a relucir en la investigación que el propio Congreso estadounidense hiciera en 1989 sobre el resonado caso Irangate.

Élites y crimen organizado en Honduras: Introducción 

El principal protagonista del escándalo fue un personaje de larga carrera militar, el Teniente Coronel Oliver North, quien en las investigaciones hechas por el Congreso de los Estados Unidos  no tuvo más que aceptar los hechos, aunque a la vez expresó sus razones,  que para muchos de sus admiradores le hicieron merecedor de “ser un gran patriota”.

La persona de confianza de North, “del grupo nacional” para realizar desde Honduras los viajes aéreos del Irán-Contra, como dueño y operador de la línea aérea SETCO, era Juan Ramón Matta Ballesteros. El ya conocido narcotraficante hondureño que había participado  — “con éxito–  en la narcoactividad  de los Ferrari.

En los viajes aéreos diarios de SETCO se mezclaban, indistintamente, operativos legales y delictivos, con predominio de éstos últimos por ser “los más rentables”.  Exigía que las mismas pistas de aterrizajes clandestinas que se usaban en Honduras para llevarle armas y suministros a los Contras, también eran utilizadas para el tráfico de estupefacientes y para venderles armas y municiones a los guerrilleros del FMLN de El Salvador, “negocio extra”, que controlaban militares hondureños y salvadoreños.

Todas las actividades “de apoyo a los Contras” se hacían con la tolerancia y visto bueno de los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos, destacados en la región. Basadas en el buen fin último que tenían, los operadores de la Contra eran identificados “de patriotas”  por muchos observadores y analistas de su tiempo. Sus acciones equivalían  a “la lucha de la democracia contra el gran imperio del mal”,  cuño contra el comunismo que popularizó el presidente Ronald Reagan.

Como producto natural de estas interrelaciones, Matta — con suficiente memoria acumulada sobre los “negocios” del Irangate—  se fue convirtiendo en un incómodo activo, aún “desechable”, para sus propios socios.. La cuenta final se la pasó a Matta los miembros del propio Congreso de Estados Unidos, quienes al principio decían ignorar la existencia de las actividades irregulares de la contra la Contra, pero al conocerlas,  las rechazaron  a nombre de los más altos principios de la democracia: estado de derecho,  respeto a la soberanía y a la no intervención. Es así como en abril de 1988, tras un allanamiento a su propia casa, Matta se convirtió en el primer hondureño apresado en su propia casa por Alguaciles de los Estados Unidos, en la Ciudad de Tegucigalpa. Fue interrogado, extraditado,  juzgado y condenado a 12 cadenas perpetuas por jueces de ese país por ser el autor intelectual del secuestro y asesinato de Enrique Camarena Salazaragente del Departamento Especial  de Antinarcóticos/DEA, de Estados Unidos,  ocurrido en México en febrero de 1985, igualmente de otros cargos.  Crítica | Irangate / Contras

No corrieron “la misma suerte” de Matta los demás hondureños miembros de su estructura. Honduras: Militares y drogas
Lo sucedido causó polémica en México y en Estados Unidos. Más allá del proceso judicial y diplomático, muchos se preguntan por qué este caso aún provoca controversia y, según especialistas, puede incluso estarse usando para  aumentar presiones estadounidenses hacia el gobierno mexicano.

Kiki Camarena, el caso que México no puede olvidar

Actualmente a sus 73 años Matta aún esta recluido en ADX Florence, una cárcel de máxima seguridad en el estado de Colorado. El 7 de diciembre de 2018 Estados Unidos le retiró los cargos del asesinato de Enrique «KIKI» Camarena Salazar. Y en consecuencia, se espera que Matta obtenga una rebaja de sentencia o su salida de la cárcel, y regrese a su país natal.

https://www.proceso.hn/actualidad/7-actualidad/retiran-cargos-a-matta-ballesteros-por-asesinato-a-agente-de-la-dea-segun-abogado-duarte.html

Queriendo o sin querer, las operaciones de la Contra dejaron en la institucionalidad hondureña una herencia permanente de violencia, conflictividad y criminalidad, que como poder fáctico sigue erosionando  el Débil Estado hondureño. A pesar de su fragilidad, aún esta lejos de ser un Narcoestado, Fallido o Mafioso, como el de Venezuela.

https://www://es.insightcrime.org/noticias/noticias-del-dia/autoridades-de-eeuu-acusan-de-narcotrafico-diputado-hondureno/

Eso no debe crear complacencia. Pues tal debilidad sigue siendo uno de los  grandes obstáculos para que la institucionalidad del país mejore en forma continua — al menos por una década—y   culmine en un Estado de Derecho, regido por la constitución y leyes vigentes, como desde  hace años  es Costa Rica.  Ese sería  el devenir más ansiado para que Honduras culmine esta “era de transición democrática” en que se encuentra desde 1982, que ya se ha alargado demasiado.

Prueba de ello, esta en el nuevo informe de “Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2019″ producido por el Departamento de Estado de EE.UU. En le mismo Honduras aparece en varias listas de países con narcoactividad; por ser productores de drogas ilícitas; de tránsito de drogas, de productores de químicos esenciales,  usados en la producción de narcóticos ilícitos y de territorios que lavan dinero. Ninguna de “esas condecoraciones” atrae las inversiones que necesita Honduras, por eso… ha llegado el momento a través de un Gran Pacto Nacional, de repensar  y encauzar por otros rumbos el destino de esta nación. Honduras en la lista negra de la droga de los EE.UU 2019

 

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