Tegucigalpa – La violencia criminal, que cobra la vida de 10 personas diarias en Honduras, se sale de control en las principales ciudades que desde hace algunos meses no cuentan con el servicio de las cámaras de seguridad, lo que ha servido para disparar el delito común del que nadie se escapa.
– El 11 de enero un crimen singular se produjo frente a los portones de la Casa Presidencial. De este suceso criminal no hay respuesta en la investigación.
– Los policías están siendo asesinados hasta en las postas y los aficionados que acuden a estadios de fútbol tampoco se escapan de la ola de inseguridad. En cárceles de máxima seguridad se siguen ejecutando a privados de libertad.
– El sistema de Cámaras del 911 funciona parcialmente desde hace un año ante la falta de pagos del gobierno al proveedor del servicio. La policía se vale de videos de negocios privados para entablar las investigaciones.
Crímenes impensados, como sacados de series de televisión, ocurren al tenor de un estado de excepción instaurado para atacar la extorsión. En ese contexto, los transportistas agradecen la disminución de asesinatos de empleados del rubro, pero enfatizan que el cobro de los malvivientes no se ha detenido e incluso varias rutas siguen inoperativas ante este flagelo.
Aunque las versiones de las autoridades aseguran la captura de más de un millar de integrantes de estructuras criminales desde el pasado 6 de diciembre que se decretó la excepcionalidad en zonas conflictivas del Distrito Central y San Pedro Sula, por otro lado se desdice la versión oficial al retratar que la mayoría de los detenidos son dejados en libertas casi de forma inmediata.
El asesinato de un agente de la Policía en el interior de una posta policial a manos de pandilleros en la capitalina colonia Divanna es otro de los sucesos criminales que refleja el irrespeto a la autoridad por parte de los antisociales que dominan amplios territorios desde hace años.
En las últimas horas también se informó la muerte de una jovencita de 15 años que acudía a un encuentro de fútbol al estadio Olímpico de San Pedro Sula. Una refriega entre miembros de las barras de Marathón y Real España le cegó la vida a Gricel García Baide tras recibir una bala pérdida.
Las cárceles no se escapan a la violencia generalizada que vive el país. El jueves de esta semana en una cárcel de máxima seguridad, en Ilama Santa Bárbara, un sujeto fue asesinado salvajemente por dos internos que portaban armas de fuego en el interior del recinto.
La víctima, Plutarco Ruiz, purgaba prisión por el asesinato de las hermanas María José y Sofía Trinidad Alvarado, hecho ocurrido hace ocho años en la Arada, Santa Bárbara. El ahora occiso recibió múltiples impactos de arma de fuego en su rostro.
La Kennedy intratable
En la colonia Kennedy, una de las zonas más pobladas de la capital hondureña, el rebrote de violencia este año ha sido brutal, pese a que en la zona se ubica la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
En esta populosa colonia los atracos están a la orden del día, también el robo de vehículos es otro de los flagelos que se cuentan repetidamente todos los días.
Un vecino de la zona, que prefirió ocultar su identidad, dijo a Proceso Digital que el robo de baterías de vehículos es algo que pulula en las primeras semanas de este año, al igual que los asaltos de sujetos a bordo de motocicletas que no respetan ni la luz del día.
El lunes de la presente semana se registró el asesinato de un editor del medio católico Suyapa Medios, quien fue ultimado luego que facinerosos le robaran su vehículo cuando lo estaba ingresando al parqueo de su vivienda.
La víctima se identificó como Gerardo Barahona, un talentoso joven que regresaba de practicar deportes la noche de ese lunes.
El jueves de esta misma semana la Policía informó que el automotor fue encontrado en la salida al norte de la capital hondureña. Se conoció que el vehículo estaba siendo transformado para cambiar su color original (negro). Se presume que fue utilizado para cometer ilícitos en la ciudad
Otro suceso que llamó la atención ocurrió el pasado 11 de enero frente a los portones de Casa Presidencial, donde sujetos desconocidos arrojaron el cuerpo sin vida de un hombre, a quien le quitaron la vida de forma violenta y lo dejaron esposado con un rótulo a la par.
Otros sucesos en los que los malhechores dispararon contra las víctimas para luego despojarlos de sus armas y pertenencias es un hecho muy constante este año.
35 feminicidios este año
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), contabiliza la muerte de 35 mujeres en 33 días de este 2023.
Cada 23 horas está muriendo una mujer bajo condiciones de violencia, lamentó la directora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas, al tiempo que fustigó sigue existiendo una enorme deuda en la investigación criminal.
De las 35 mujeres asesinadas este año, tres de ellas perdieron la vida en un escenario de homicidio múltiple en la comunidad garífuna La Travesía de Puerto Cortés.
La cotidianidad de las informaciones de la nota roja relata crímenes atroces contra mujeres, tanto en el área rural como en la urbana. La mayoría de estos sucesos se relacionan con personas cercanas a las víctimas en muchos de los casos sus compañeros de hogar.
Pese al dramático llamado constante de organizaciones feministas, entes nacionales e internacionales, la violencia contra las mujeres no para y tampoco encuentra eco en los operadores de justicia.
Criminalidad al tenor de cámaras inservibles
Los asesinatos, atracos, y todo tipo de ilícitos ocurren al tenor de la inoperatividad de las cámaras de vigilancia ciudadana, de acuerdo a lo informado esta semana por las autoridades policiales.
Lo anterior explica el por qué los crímenes quedan en total impunidad y ni siquiera se logra elaborar hipótesis creíbles para ser expuestos ante la ciudadanía y los operadores de justicia.
El portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Cristian Nolasco, reveló esta semana que el 30 % de las cámaras de seguridad ciudadana están inoperativas en todo el territorio hondureño.
Agregó que esta situación de inoperatividad afecta el trabajo de los operadores de justicia, especialmente de los entes investigadores del Estado.
“Un 70 % está funcionando a la perfección, y algunos casos (ilícitos) se están alternando porque a veces se queda varado todo este sistema de fibra óptica”, explicó.
Nolasco adicionó que utilizan otros métodos para resolver algunos ilícitos, “tenemos otras técnicas que por ahora las estamos usando, pero se nos quedan cortos ciertos expedientes con estos datos”.
Entre esas técnicas utilizadas en la actualidad recurren a los sistemas de vigilancia privados. “Estamos un poco débiles en eso, pero no estamos de brazos cruzados, como Policía se nos enseña a ser eficientes con los recursos que tenemos”.
Citó que como Policía Nacional les gustaría tener operativas todas las cámaras que componen el sistema de vigilancia ciudadana, “ojalá que en el nivel que corresponda se arregle este asunto y tengamos estas cámaras al 100 % activas e implementar más cámaras en lugares donde sabemos que se cometen delitos periódicamente”.
Ante este dramático panorama se enfrenta la población que demanda mayor efectividad de los encargados de ejercer la seguridad ciudadana. PD