Madrid (Por Sebastián Ordoñez) – Un pobre Real Madrid perdió dos importantes puntos en su lucha por el título contra una Real Sociedad que no cedió en defensa. En su segundo partido de vuelta en el Bernabéu, el Real Madrid no solo falló en conseguir la victoria, sino que no anotó ningún gol y registró pocos disparos a portería. En su último enfrentamiento ya se había sufrido mucho en el ataque, pero un gol tardío de Rodrygo y la demoledora actuación en el tiempo extra, contra un rival cansado y con un hombre menos, dejó un buen sabor de boca para los madridistas. Sin embargo, ese alivio temporal cesó de existir tan rápido como surgió. Hoy el Madrid volvió a tener problemas generando peligro en ataque, alejándose del Barcelona de Xavi e invitando las críticas que comenzaron tras el 3-0 de la supercopa.
-Tras la agónica victoria que logró contra el Atlético Madrid en Copa del Rey, los blancos empataron a cero frente a la Real.
El mal encuentro de los de Ancelotti dejó muchas dudas en su afición, pero también sirvió para demostrar el gran nivel de Edouard Camavinga. El joven internacional francés cubrió la banda izquierda de la defensa merengue en lugar de los lesionados Mendy y Alaba, pero se hizo con el puesto con naturalidad y carácter. Un buen socio de Vinicius, el galo se conectó con el brasileño todo el encuentro, y a pesar de jugar en un puesto en el que debutó ante Argentina hace apenas un mes, fue la luz en un equipo gris.
Los primeros quince minutos del choque causaron las primeras deducciones de que se acercaba un partido con más ganas que goles y la historia de los otros setenta y cinco siguieron ese guión. Ni los de Ancelotti ni los de Alguacil se atrevían a mandar un pase riesgoso, los movimientos de los extremos no generaban espacio, y la falla en los pases era común de los dos equipos. Al medio tiempo los rivales compartían no solo los puntos, sino también el poco nivel en un encuentro que pintaba para ser un partidazo.
Al volver del descanso, los conjuntos mostraron sus intenciones de sumar de a tres un poco más, pero esas ganas no terminaron de cuajar en ningún momento. Vinicius se mostró dispuesto a probarlo sin éxito, Benzema tampoco pudo, y Modric quien entró por un flojo Valverde tampoco logró acabar con el empate. Al final, los dos equipos querían ganar, pero no arriesgaron nada para lograrlo. Hoy los madridistas estarán decepcionados, y aun al soñar con el gran Edouard Camavinga, estarán soñando con otro internacional francés. SO
