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No es cierto que se brinda asilo a personas que viajen con niños a EEUU, afirman migrantes

San Pedro Sula – Santiago Reyes, un hondureño que se fue de manera irregular junto a su hijo de 7 años en busca del sueño americano, dijo que fue engañado cuando “todo el mundo” le decía que se podía pasar la frontera en Estados Unidos (EEUU) si se viajaba acompañado de menores de edad.

“No, ahorita ya cambió la ley, es mentira no dan asilo por ir con niños”, lamentó Santiago Reyes un hondureño que fue deportado de Estados Unidos con otras 11 unidades familiares.

El vuelo proveniente de San Antonio, Texas fue enviado a Honduras por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por su siglas en ingles), y es el primer grupo de núcleos familiares deportados desde esta nación norteamericana durante el 2019.

Santiago, salió con su hijo el 9 de febrero de su natal Florida, Copán, luego de un recorrido de hambre, sufrimiento y riesgos, fue detenido por la Patrulla Migratoria mientras cruzaba el Río Bravo, y trasladado en un centro de detención en San Antonio Texas, donde estuvo 48 días antes de ser deportado.

El hondureño llamó a sus compatriotas a buscar oportunidades en su tierra porque en Estados Unidos están deportando a las personas que logran cruzar, “ahorita que nosotros nos venimos iban a entrar 2,000 mujeres solas en el mimo centro de detención que estábamos nosotros, es difícil la situación ahí están deportando a la gente”.

Detalló que cuando las personas logran cruzar la frontera, hacen un proceso para poder entrevistarse con el juez, pero al concluir la audiencia les quitan el grillete electrónico para iniciar el proceso de deportación a sus países de origen.

“Mejor ni intentar pasar, porque siempre lo están regresando a uno, mis hijos me dijeron que me mandaban a traer otra vez, pero yo no me voy a ir ya, andaba arrepentido de haberme ido, peor con niños que uno piensa que se le van a enfermar y por culpa de uno se van a morir”.

A la vez manifestó su temor de volver a cruzar la frontera estadounidense de forma ilegal, no sólo por los riesgos del camino, sino que al ser detenidos nuevamente por la Patrulla Fronteriza les tocaría cumplir cinco años de cárcel.

El camino no es fácil
Por su parte José Santos Rodríguez originario de Virginia, Lempira viajó acompañado de su niño de 10 años, y tras 13 días de camino logró cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en Texas, donde fue capturado por las autoridades migratorias estadounidenses, posteriormente fue trasladado a un centro de detención.

“El camino es duro, uno corre mucho riesgo, escaso de comida, es peligro de muerte, es duro. En el camino sentía miedo y me agarraba de Dios”, aseguró con su niño tomado de la mano a la vez que llamó a sus compatriotas a no pensar bien su decisión ya que en el camino se pone su vida en riesgo.

A la vez llamó a sus compatriotas a buscar mejores oportunidades en su tierra natal porque las deportaciones desde Estados Unidos son diarias.

“Uno pasa muchas cosas en el camino, uno que tiene que cuidar a su hijo, uno lo que hace es cuidarse, porque lo que uno quiere es regresar a Honduras sano, uno quiere regresar bien a su país, queríamos ver si lográbamos el sueño americano, pero no se logró”, expresó Santos Neptalí Villanueva.

Villanueva es originario de Copán, quien tenía esperanza de lograr estadía en Estados Unidos al cruzar la frontera con su hijo, sin embargo no logró cumplir su sueño americano y tras un mes de camino fue capturado en la frontera y un mes después fue deportado.

Atención integral
Delmy Murcia, Jefa Regional Norte de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia informó que en este primer vuelo proveniente de Estados Unidos con unidades familiares venían 25 personas con 13 menores de edad y 12 adultos.

Indicó que tras aterrizar, las unidades familiares retornadas fueron atendidas en el Centro de Atención al Migrante Retornado de la Lima, Cortes y luego fueron trasladados al Centro de Atención para la Niñez y Familias Migrantes Belén en San Pedro Sula, donde, antes de enviarlos a sus lugares de origen, se les brinda alimentación, atención psicológica, alternativas de reinserción mediante los programas sociales y de empleo que ofrece el Gobierno.

Posteriormente un equipo de reintegradores del DINAF da seguimiento a cada uno de los menores retornados, con el objetivo de generar ofertas de reinserción a sus familiares puedan salir adelante en sus comunidades, detalló.

“Llevar un niño no asegura poder entrar, y esta es la mayor prueba estamos viendo los núcleos familiares junto con sus niños retornando, el llamado a la población es que no tomen los niños como pasaportes, no les expongan de esa manera porque no va lograr entrar, solamente logramos exponer a nuestros niños y niñas a situaciones de vulneración en la ruta migratoria”, concluyó.

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