Tegucigalpa – De acuerdo a la Asociación de Funerarias de Honduras, una “falsa normalidad” en la que la población dejó de preocuparse por las medidas de bioseguridad y pretende regresar a la normalidad antes de la pandemia, dejó en Honduras en febrero casi 400 decesos por COVID-19.
Así lo explicó hoy Jesús Morán, secretario general de la Asociación de Funerarias de Honduras, quien detalló que el mes que solo cuenta con 28 días cerró con 398 decesos, más de 50 respecto al mes de enero.
Según las cifras de las funerarias enero cerró con 343 muertes por COVID-19 en el territorio nacional.
Morán subrayó que muchos de los fallecidos en febrero contaban con tres dosis de la vacuna contra la COVID-19.
Sin embargo, lo más preocupante es que las personas creen que se trata de una gripe y luego resultan con diagnóstico positivo de COVID-19, expuso.
En el caso de los fallecidos buscaron ayuda médica tardía, lamentó el dirigente empresarial.
Geográficamente son los departamentos de Francisco Morazán y Cortés los que más decesos por el virus reportan.
Le siguen en tasa de mortalidad por COVID-19, Santa Bárbara, Comayagua, Atlántida, Yoro y Choluteca, continuó.
Insistió que lo que más preocupa es que la población confunde los síntomas de las nuevas variantes del coronavirus con una gripe común.
Lo anterior provoca que las personas busquen ayuda médica de forma tardía o simplemente no busquen ayuda.
Con base en lo anterior, Morán exhortó a continuar con las medidas de bioseguridad y fortalecer los procesos de vacunación.
En Centroamérica Honduras permanece rezagada en los procesos de vacunación contra la COVID-19.
En contraste, Panamá y Costa Rica se han destacado por sus altas tasas de diagnóstico y vacunación, ambos países cuentan con más de un 80 % de la población con al menos una dosis de vacuna y más del 73 %, con dos dosis. (RO)