Los actos, que se desarrollaron en el monumento La Paz en el cerro Juana Laínez, fueron encabezados por el presidente Manuel Zelaya; el secretario de Educación, Marlón Brevé, el canciller Milton Jiménez, el secretario de Defensa, Arístides Mejía, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez y otros miembros del Gabinete de Gobierno.
Simultáneamente, magistrados de la Corte Suprema de Justicia y altos funcionarios del Poder Judicial, encabezados por su presidenta Vilma Cecilia Morales, celebraron un acto similar en el palacio de Justicia, en donde se procedió a izar el Pabellón Nacional y entonar las notas del Himno Nacional.
Por decreto ejecutivo número 84-95 del 9 de mayo de 1995, el Congreso Nacional de la República estableció el 1 de septiembre como Día de La Bandera Nacional y ordenó que en esa fecha todas las instituciones del Estado, civiles y militares, lo mismo que la ciudadanía en general, deberán rendirle tributo de veneración y respeto.
Los actos protocolarios iniciaron con la entrega de la Bandera por parte del presidente Zelaya al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y al secretario de Educación para que la misma sea izada esté día en todas las unidades de la institución castrense, escuelas y colegios y en otras dependencias del Estado.
Posteriormente se entonaron las notas del Himno Nacional de Honduras y se celebró una misa pidiendo la bendición para Honduras.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Juan José Pineda, invocó la unidad de la familia hondureña y dijo que los hondureños ya no deben estar divididos social, religiosa y económicamente. “Ya no más divisiones entre hondureños y hondureñas somos un solo país”, apuntó.