Prasun Desai, ingeniero titular de la NASA en Langley (Virginia), explicó también que el plazo para la salida del aparato concluye el próximo 24 de agosto.
El centro de Langley trabaja desde febrero de 2003 en la fase de descenso al planeta del «Phoenix», ya que es el responsable del aterrizaje de la cápsula.
La travesía de la cápsula «Phoenix» será de diez meses, a unos 20.300 kilómetros por hora, en lo que será la primera misión espacial al «polo norte marciano».
La exploración en el suelo de Marte comenzó en 1997 con la misión «Pathfinder», que llevó al planeta el vehículo «Sojourner», desde el cual la humanidad recibió las primeras imágenes en detalle de ese planeta.
En enero de 2004 llegaron a Marte los vehículos «Spirit» y «Opportunity», que exploraron un área rocosa durante varios años con sus cámaras e instrumentos.
Eric Queen, otro de los ingenieros del centro de Langley, subrayó hoy que una de las grandes ventajas del lugar de aterrizaje es que se trata de una de las zonas menos rocosas del planeta rojo.
A su vez, explicó que la cápsula intentará buscar agua congelada justo debajo de la superficie del planeta para determinar que aguantaría vida, al tiempo que supervisará el clima polar en marte y el cambio de estaciones.
Tanto Desai como Queen relataron que, a diferencia de las misiones anteriores de los vehículos «Spirit» y «Opportunity», que desde 2004 exploran un área rocosa con sus cámaras e instrumentos, «Phoenix» no utilizará bolsas de aire para aterrizar, que permitían la desaceleración del aparato al bajar.
«Phoenix» desacelerará para su aterrizaje mediante propulsión.
Otra de las ingenieras del centro, Jill Prince, subrayó que en la actualidad hay cinco vehículos sobre y alrededor de Marte, aunque sólo tres -dos estadounidenses y uno europeo- están en activo. Con los restantes dos se ha perdido el contacto.
Desai explicó también que una de las diferencias entre «Phoenix» y los vehículos anteriores es que se trata de un vehículo «más robusto» sobre el que hay «más confianza». «Le hemos realizado más pruebas y sus sistemas de radares son mejores», dijo.
Para prevenir que «Phoenix» transporte de forma accidental microorganismos a Marte, los técnicos han tenido especial cuidado en preparar su lanzamiento, para lo que ha sido tratado con calor seco y una limpieza especial para reducir el número de gérmenes.
Su brazo robótico también ha sido sellado en una envoltura especial para evitar que se contamine.
Las operaciones en la superficie de Marte están planificadas de acuerdo con el día marciano o «sol». Dado que Marte rota un poco más lento que la Tierra, un «sol» dura 40 minutos más que el día terrestre de 24 horas.
Inmediatamente después de que «Phoenix» se apoye en sus tres patas sobre la superficie marciana, se desplegarán como abanicos circulares dos paneles solares. De un extremo al otro de los dos paneles, el artefacto mide 5,50 metros.
Seguidamente se encenderá el analizador térmico y gas (TEGA) que combina un horno de alta temperatura y un espectrómetro.
El brazo robótico suministrará a los ocho hornos del TEGA muestras de suelo y hielo en tubos del tamaño de un cargador de tinta de bolígrafo. Cada horno se usará sólo una vez en el análisis de las muestras.
También se encenderá y probará la cámara del brazo robótico que proporcionará a los científicos imágenes cercanas y a todo color de la superficie marciana.
Estaba previsto que el «Phoenix» se lanzara en 2001, pero la misión fue cancelada. En caso de que sobreviva a su misión en Marte, pasará a convertirse en una estación atmosférica.