Los centralistas tienen más de 70 días sin recibir clases y, pese a que un importante sector docentes quiere cumplir con su labor académica, el director no permite que las aulas sean abiertas.
El director del Central, Roberto Ordóñez, es un activista de la resistencia “zelayista” y esa situación le hace mantener cerrado el instituto educativo que dirige. La medida es parte de las presiones para lograr la restitución del defenestrado Manuel Zelaya.
Padres de familia y alumnos del Central se han quejado de malos tratos y represión por parte de Ordóñez para con quienes no comparten sus pensamientos políticos.
Alumnas que participaron en el desfile oficial de celebración de las fiestas patrias denunciaron malos tratos del director Ordóñez lo que hizo que las autoridades abrieran una audiencia de descargo con el fin de llegar al fondo de los hechos.
Docentes centralistas y padres de familia han elevado quejas constantes sobre las supuestas actuaciones irregulares del profesor Ordóñez en contra de los estudiantes.
El director del Central se ha defendido y adjudica los señalamientos a malos entendidos y a deseos de dañarlo de parte de sectores interesados.
El ministro de Educación, Santos Sosa, dijo este jueves, que las investigaciones indican que en el Central Vicente Cáceres se vive una situación de anarquía y, que para rescatar el año académico, a inicios de la semana entrante ese instituto deberá ser intervenido.
Hasta hoy las actuaciones de las autoridades educativas han sido señaladas de apáticas a la problemática educativa nacional.







