Durante una conferencia de prensa tras concluir la cumbre del G-8 en la localidad italiana de L’Aquila, Lula aclaró que la posición de Brasil con respecto a Honduras es de «condena» por el golpe de Estado y dijo que se trata de una situación que puede llevar algún tiempo en ser resuelta porque no se puede solucionar de un día para otro.
Sin embargo, recalcó que junto a la postura de «condena» es necesario llevar a cabo un diálogo político, un entendimiento, que también tomará un tiempo.
Lula y su colega mexicano, Felipe Calderón, condenaron ayer en L’Aquila «el golpe de Estado» en Honduras y decidieron trabajar «para fortalecer la unidad latinoamericana».
El presidente brasileño dijo ayer que potencias emergentes como Brasil o China se encuentran en una mejor situación económica que otros países de los considerados ricos y subrayó que han entrado en la crisis los últimos y han salido los primeros.
«Naciones emergentes como Brasil o China se encuentran en una situación mejor con respecto a otros países llamados ricos», afirmó Lula da Silva durante un encuentro con la prensa en L’Aquila.
Lula se va de Italia con otro acuerdo: La Unión Europea (UE) y Brasil celebrarán su próxima cumbre, en el marco de su asociación estratégica, el próximo 6 de octubre en Estocolmo, donde abordarán la lucha contra el cambio climático y cómo superar la actual crisis económica y financiera mundial.




 
 





