Las mismas fuentes enmarcaron las reuniones de Zelaya en Washington en «los esfuerzos y gestiones diplomáticas» que efectúan tanto Insulza como EE.UU. por buscar una solución a la grave crisis que vive el país centroamericano a raíz del golpe de Estado del pasado 28 de junio que derrocó a Zelaya y lo expulsó del país.
Por su parte, EE.UU., que ha estado, por medio de la secretaria de Estado, Hillary Clinton en contacto con el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quien intenta mediar entre el depuesto presidente de Honduras y el nuevo Gobierno de Micheletti, se ofreció a ayudar al mandatario costarricense en lo que pueda y ha aportado «ideas».
Zelaya se ha reunido ya en varias ocasiones con Shannon, así como con el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para América Latina, Dan Restrepo, para buscar el apoyo de EE.UU. desde que fue destituido y expulsado de su país.
La semana pasada también se entrevistó con la jefa de la diplomacia estadounidense en el Departamento de Estado.
Tanto la OEA, mediante su resolución del pasado sábado, como EE.UU., insisten en que Zelaya debe regresar a su país y ser restituido en su cargo, como parte para restaurar el orden constitucional en el país centroamericano.
La visita de Zelaya a Washington, la segunda en una semana, se produce después de que la primera fase de las conversaciones entre las delegaciones del depuesto presidente y del nuevo Gobierno de Roberto Micheletti concluyeran el viernes en San José (Costa Rica) sin acuerdo, pero con «avances», pese a las duras posiciones que mantienen las partes en conflicto.
El mandatario costarricense dijo sentirse «satisfecho» con la «conversación franca y respetuosa entre hermanos hondureños», y confirmó que «en los próximos días» se fijará la fecha para el siguiente encuentro con las dos comisiones de diálogo.
Zelaya, antes de trasladarse a Washington, estuvo en Santo Domingo, donde fue recibido con honores de jefe de Estado por el presidente dominicano, Leonel Fernández.