«El Plan Global Anticrisis, que hoy deseo anunciarles y que, a partir de este momento estamos poniendo en marcha, es el primer fruto de esta naciente unidad nacional que, Dios quiera, se fortalezca y consolide para darle días de paz y felicidad a nuestro querido pueblo», afirmó Funes en un mensaje por radio y televisión.
El jefe de Estado indicó que la estrategia económica requerirá de 587 millones de dólares (422 millones de euros), de los cuales el 60 por ciento está «garantizado» y el resto «está en proceso de negociación con los organismos internacionales».
Las medidas económicas prevén la protección y generación de empleos, la reconversión del Banco Multisectorial de Inversiones para el fortalecimiento financiero de otras entidades del Estado y la creación de un «sistema de garantías estatales» que posibilite el acceso de los sectores productivos al crédito.
Además, prevé la importación de fertilizantes y productos agrícolas que serán distribuidos a precios de coste a pequeños y medianos productores, y que beneficiará este año a 450.000 productores de 160 municipios y en 2010 a unos 600.000.
Prometió igualmente comenzar obras públicas «urgentes», retomar aquellas paralizadas o desfinanciadas, e invitó a los empresarios y el movimiento social de los trabajadores a conformar el Consejo Económico Social, como un «ámbito de diálogo de las grande líneas estratégicas del desarrollo económico y social del país».
«Dije al asumir (el Gobierno el pasado 1 de junio) que los movimientos sociales que expresan las reivindicaciones de la masa trabajadora del país no sólo no se enfrentarían más a cordones de guardias policiales cada vez que desearan expresar una demanda, sino que tendrían un lugar en el Gobierno del cambio», indicó.
Anunció la construcción y mejoramiento de 25.000 viviendas de interés social y beneficios destinados a más de 20.000 familias que viven en municipios que padecen extrema pobreza en el país.
Señaló que entregarán bonos de educación a familias con hijos de entre seis y 18 años, así como uniformes y útiles escolares para cerca de 1,4 millones de estudiantes, y pensión básica universal a unas 42.000 personas mayores de 70 años «que no cuentan con seguro y residen en los 100 municipios más pobres del país».
Funes también puso en marcha una serie de medidas para combatir el crimen, entre ellas la participación de la Fuerzas Armadas, ante el aumento de los asesinatos, que pasaron de 12 a 13 diarios.
«En lo que va del año, el crimen organizado y sus aliados, agazapados en las sombras, han elevado su acción criminal con la pretensión de atemorizar al pueblo y, a partir de este 1 de junio, desafiar a este Gobierno del cambio», sentenció.
Dijo que la Policía Nacional Civil (PNC), con el «apoyo disuasivo» de la Fuerza Armada, pondrá en marcha una «acción central» en seis ciudades, entre ellas San Salvador, que presentan «el mayor índice delincuencial» del país.
El plan incluye el refuerzo de la Policía con «más de mil nuevos agentes» y su equipamiento, el inicio de un programa para resguardar a las instituciones educativas del crimen, además del fortalecimiento de los equipos contra la extorsión y de los consejos criminológicos.