Montanaro, de 86 años, fue revisado por un médico forense en el Sanatorio Adventista, en Asunción, tras lo cual «el juzgado ha dispuesto su traslado al policlínico policial Rigoberto Caballero», afirmó el juez Arnaldo Fleitas.
El magistrado, que tiene a su cargo una de las causas abiertas contra Montanaro por apresamientos ilegales, tortura y desapariciones forzadas, explicó que se ha concluido que «no hay inconveniente» para trasladarle de un sanatorio a otro.
Montanaro padece «arterioclerosis senil, trastornos cognitivos crónicos de origen a determinar y es portador de un globo vesical, así como una enfermedad de Parkinson», según el parte médico, que recomienda su permanencia en un hospital.
Por su parte, el abogado de la familia Montanaro, Luis Troche, explicó que el que fuera ministro desde 1966 hasta el derrocamiento de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), «renunció al blindaje del asilo político» para retornar a su país debido al progresivo deterioro de su estado de salud.
El abogado anuncio que va a pedir que se levante el estado de rebeldía dictado contra el ex ministro y a tramitar también su reclusión domiciliaria porque las personas mayores de 70 años no pueden ser condenadas.
Montanaro llegó en un vuelo comercial y fue llevado del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi al Sanatorio Adventista, donde se concentraron inmediatamente cientos de familiares de víctimas de la represión durante la dictadura.
La justicia paraguaya ha requerido al menos dos veces la extradición de Montanaro, lo que no pudo concretarse debido a que no existía un tratado de ese tipo hasta que fue firmado a mediados del año pasado en Tegucigalpa
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Ex represor Sabino Montanaro abandona su asilo en Honduras y regresa por sorpresa a Paraguay
Asunción.-El ex ministro de Interior de Paraguay Sabino Augusto Montanaro regresó hoy por sorpresa a su país tras abandonar su asilo de dos décadas en Honduras, donde se había refugiado tras el derrocamiento de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89).
Montanaro, de 87 años, llegó en un vuelo comercial y fue retirado en silla de ruedas del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi al Sanatorio Adventista, en Asunción, donde está ingresado en estado de observación, informó a periodistas su director, Kenny Vicente.
El que fuera ministro de Interior paraguayo entre 1966 y 1989, la época más represiva del régimen de Stroessner «está siendo evaluado en una habitación común», explicó Vicente, al informar que una junta médica dictaminará sobre su estado de salud.
Apenas conocido el inesperado retorno de Montanaro, activistas de derechos humanos y familiares de víctimas y desaparecidos durante la dictadura se concentraron a las puertas del sanatorio para exigir su encarcelamiento, ya que afronta varios procesos por delitos de lesa humanidad.
La justicia paraguaya ha requerido al menos dos veces la extradición de Montanaro, lo que no pudo concretarse debido a que no existía un tratado de ese tipo, que recién fue firmado a mediados del año pasado en Tegucigalpa.
Uno de los casos afronta el ex ministro está a cargo del juez Arnaldo Fleitas en el proceso en el que se investiga la desaparición del médico paraguayo Agustín Goiburú, ocurrida en noviembre de 1969 en la ciudad argentina de Posadas, en la frontera con Paraguay.
En este proceso, Fleitas condenó además a diez años de cárcel al ex cónsul paraguayo en esa ciudad fronteriza, Francisco Ortiz Téllez, quien delató a los organismos de seguridad «stronista» de las actividades del médico.
«Los familiares de víctimas vamos a montar una vigilancia especial para que este criminal no tenga ningún espacio para esconderse y que no tenga que argumentar que es insano para evitar a la justicia», afirmó Rolando Goiburú, hijo del médico desaparecido.
Montanaro y otros ex miembros de los organismos de seguridad de Sroessner también fueron incluidos en el proceso y en otros casos de torturas y desapariciones forzadas. Algunos de ellos fueron condenados a penas de hasta 25 de años de cárcel.
El ahora octogenario ex ministro habría cometido esos delitos en el marco de la «Operación Cóndor», plan represor establecido entre los regímenes militares de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, entre los años 1970 y 1980.
A finales de 1989, la Justicia paraguaya solicitó por primera vez a las autoridades de Tegucigalpa la extradición de Montanaro, pedido que fue reiterado en abril de 1995.
La tramitación de esos pedidos había sido motivada por una resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) que compromete a los gobiernos de la región a cooperar en casos de desapariciones forzadas.
Durante el golpe de Estado que acabó con más de 35 años de la dictadura «stronista», Montanaro se asiló en el Consulado hondureño de Asunción y logró salir del país bajo protección diplomática, con destino a Tegucigalpa, el 10 de marzo de 1989.
Stroessner falleció a los 93 años de edad, el 16 de agosto de 2006 en su exilio de Brasil.