La profundidad focal fue de 73,6 kilómetros y fue sensible en San Salvador con una intensidad de 2 grados en la Escala Mercalli Modificada.
Según fuentes oficiales, el temblor no ocasionó daños personales ni materiales.
Sin embargo, el sismo causó temor en la población, que recordó el destructivo terremoto que ocurrió en el país el 13 de enero de 2001, el cual fue replicado un mes después con saldo de más de 700 muertos y perdidas calculadas en unos 2.000 millones de dólares, en ambos eventos.