“Cuando hay violencia en Honduras y el mundo, cuando hay guerras, cuando hay divisiones, esa es acción del mal, cuando hay sangre derramada, cuando no hay unidad del pueblo hondureño, cuando no hay unidad en las familias, cuando hay tanta murmuración, esa es acción del mal, del demonio”, fustigó el sacerdote.
Agregó que esa situación ha llevado a la iglesia también a invocar a San Miguel como guardián de las adversidades ante las asechanzas del demonio. “Manda Señor en tu ayuda de tu pueblo al gran arcángel Miguel para que nos sintamos protegidos en nuestras luchas contra Satanás y sus ángeles y todos los días debemos invocar esta ayuda”, clamó Rubio.
El religioso se preguntó que cuánta gente ha abandonado la fe, cuánta gente se abraza en las ideologías, que sigue cosas perversas, negativas para la sociedad, cuánta gente sigue la hechicería, la brujería y todas esas cosas demoniacas que no construyen sino que más bien destruyen el alma y acaban con la fe verdadera.
“Nosotros no podemos abandonarnos más que en Dios y en ninguna de esas cosas porque al final son trampas del demonio para apartarnos de la verdadera fe, del verdadero amor, de la verdadera adoración que sólo se le debe a Dios”, apuntó.
Rubio indicó que San Miguel Arcángel, es el protector de la iglesia, de los enfermos, de los militares que velan por la seguridad de la ciudad y de los pueblos y de los ciudadanos, pero sobre todo, es el protector de Tegucigalpa y de Honduras.